mercado laboral

El perfil del parado sevillano

  • Las estadísticas revelan que entre los demandantes de empleo son mayoría las mujeres, de entre 25 y 44 años y los parados del sector servicios que, como mucho, tienen estudios secundarios.

El perfil más frecuente de un demandante de empleo en Sevilla es el de una mujer, que ha trabajado en el sector servicios (del que proceden el 64,35% del total de parados), que tiene entre 25 y 44 años (el 46%) y que busca empleo, sobre todo, en lo que tiene que ver con la restauración y las ventas y otras ocupaciones que se consideran "elementales" (53,18%). Así se desprende de los datos del último informe, del mes de agosto, sobre la Caracterización de las personas desempleadas, del Observatorio Argos de la Junta. Éste refleja además que la incipiente recuperación económica no está llegando por igual a todos los demandantes. Hay varios grupos con más dificultades y que podrían quedar rezagados, como las personas que llevan más de un año buscando empleo. Ahora suponen más del 46,5%, cuando hace un año eran el 43,37%. También aumentan su peso entre los parados las mujeres, que casi siempre han sido mayoría, pero que si hace un año eran el 54,65% del total en Sevilla, ahora son el 55,9%. La cifra roza el 59% en la franja de población de entre 25 y 44 años.

El estudio corrobora además que el nivel formativo es determinante. Si bien el grupo de parados sevillanos que tienen estudios postsecundarios es el segundo más numeroso (suponen el 15,85% en las oficinas de empleo), el escalón con los que no pasaron la Secundaria es muy importante, ya que éstos son el 69,11% del conjunto de desempleados. Este informe sobre la caracterización de las personas desempleadas se realiza con datos de las nueve áreas territoriales de empleo de Sevilla (dos en la capital, el resto en la provincia). En agosto, constaban como demandantes de empleo en esos centros 324.023 personas, un 6,12% menos que el mismo mes del año anterior. Ello puede deberse a esa mejora económica, pero también a que algunos hayan desistido de buscar empleo. Por ejemplo, porque hayan emigrado o, en el caso de población de origen extranjero, hayan vuelto a sus países de origen.

Como demandantes no ocupados, constaban 263.548 personas, casi un 6,5% menos que en 2015. De ellas, 224.626 son personas paradas, otras 29.502, trabajadores eventuales agrarios subsidiados, entre otros. En todos los casos, el número se redujo. Las ocupaciones que más demandan son las que en el estudio se califican como "elementales", el 29,64%; seguidas por servicios de restauración, personales, de protección y vendedores, el 23,54%. Con un salto importante, le siguen los trabajos cualificados en industrias manufactureras, la construcción y artesanía, que reclaman el 14,60% y los empleos relacionados con la contabilidad y otros en oficinas, que buscan el 10,32% de los demandantes inscritos. Por debajo del 10% quedan las ocupaciones técnicas, científicas o intelectuales (8%); las técnicas o de profesionales de apoyo (7,4%); los operadores de instalaciones, maquinaria y montadores (3,44%) y los trabajadores cualificados en el sector agrícola, ganadero forestal (2,48%), entre otros.

Volviendo al perfil de la población parada en Sevilla, en el conjunto de la provincia son mayoría los que tienen entre 25 y 44 años (103.705 personas) seguida de los parados mayores de 45, casi 98.000. En la capital, sin embargo, sí que tienen más peso los mayores de 45 años. En lo que respecta al género, sólo en el caso de los menores de 25 años, el número de hombres y mujeres se equipara: 11.522 y 11.419, respectivamente, algo que puede deberse, a que las chicas prolongan más su etapa formativa, retrasando la búsqueda de empleo. Pero cuando lo hacen el desempleo se dispara. En agosto, había 60.953 mujeres de entre 25 y 44 años desempleadas en Sevilla, frente a 42.752 varones. Las diferencias se aminoran a partir de los 45 años. Aun así, hay 8.630 más mujeres desempleadas que hombres en esa edad, compleja para reincorporarse al mercado laboral, sobre todo tras un periodo prolongado de desempleo, y en la que se centran muchos de los programas que de la administraciones.

En cuanto al nivel de estudios, casi el 11% de los parados no tienen estudios (el 1,13%) o ni siquiera ha completado los estudios primarios (el 9,61%). Suman más de 24.000 personas con unas perspectivas difíciles por su baja cualificación. El 4,31% sí completó los estudios primarios, pero se quedó ahí. En el conjunto de la provincia, el 64,35% de los parados son del sector servicios, seguidos de los parados sin empleo anterior (11,80%), de la construcción (10,62%), la agricultura (6,32%) y la industria (6,90%).

Es en este aspecto donde hay más diferencias entre las oficinas de los distintos territorios. Así, en la capital, el paro en el sector servicios se eleva hasta el 70%. También ocurre en el área territorial de empleo Aljarafe-Dos Hermanas (que incluye el municipio nazareno y San Juan de Aznalfarache).

En el área territorial de empleo Campiña-Alcalá (que incluye a Alcalá de Guadaíra, Morón, Arahal y Marchena), el peso de los parados de la industria es superior a la media y el doble que en la capital. Ello tiene que ver con que Alcalá de Guadaíra ha sido principal foco industrial durante décadas, pero el cierre de industrias ha sido importante durante la crisis. En el área territorial de empleo del Bajo Guadalquivir (Los Palacios, Utrera, Lebrija y Las Cabezas), el hecho de que los parados de la construcción sigan siendo casi el 16% -más que en la agricultura- revela que el reciclaje tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria sigue siendo un reto. También ocurre en la zona de los Alcores-Écija, donde, con datos de las oficinas de Écija, Mairena del Alcor y Carmona, más del 13% de sus parados lo son de la construcción. La media provincial en este sentido está en el 10,6% y, en la capital, en torno al 8% del total de parados.

La Sierra Sur (con datos de los centros y oficinas de empleo de Estepa, Osuna, El Saucejo y La Puebla de Cazalla, que tienen también de referencia otros municipios del entorno) es la que tiene el mayor porcentaje de parados agrícolas. El 18% de los inscritos en estos pueblos lo son. Construcción e industria, suponen el 11% en cada caso, y los servicios, poco más del 50%. Este sector sí que tiene más peso entre los parados de la Sierra Norte, pero porque incluye también los datos de las oficinas de Lora y San José de La Rinconada, con un perfil muy diferente a las de Cantillana y Constantina, que el estudio agrupa.

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