Un juez de Sevilla ha autorizado la exhumación del cadáver de un hombre que falleció en 1990 y que dejó una herencia de más de dos millones de euros a una orden religiosa, con la finalidad de resolver la reclamación de dicha herencia que ha planteado un supuesto hijo del difunto.

El abogado Fernando Osuna explicó ayer que la exhumación se llevará a cabo, en una fecha que aún no ha sido concretada, en el cementerio de Sevilla, donde fue enterrado en 1990 el fallecido. Los forenses tomarán muestras de ADN de los restos del difunto al objeto de determinar la posible paternidad del supuesto hijo, que tiene 60 años y cuya madre también ha fallecido ya.

El fallecido era soltero y dejó la mayor parte de sus bienes a una institución religiosa, mientras que su presunto hijo tiene "muy pocos bienes". 

El abogado explicó ayer que se ha comprobado que al menos hay un patrimonio que supera los dos millones, y añadió que desde la entrada en vigor de la Constitución y de las normas reformadas del Código Civil "no se puede discriminar, a efectos hereditarios, a los hijos , según se hayan concebido o no fuera del matrimonio".

El nacimiento del supuesto heredero se produjo fruto de las relaciones íntimas extramatrimoniales que mantuvieron su madre y el hombre fallecido en 1990. La madre del reclamante trabajaba  en el servicio doméstico de los padres, en una casa señorial propiedad de los mismos en Sevilla. La relación sentimental desembocó en el embarazo de la madre y el posterior nacimiento de la demandante. 

El letrado destaca que, dada la diferencia de clases entre los novios, la relación se rompió inmediatamente tras conocerse el embarazo. El niño tuvo una infancia  "llena de carencias económicas y afectivas por parte de su padre", si bien a partir de los 15 años su padre biológico le ayudó económicamente.

El fallecido otorgó durante su vida varios testamentos, si bien en ninguno de ellos le dejó nada a su hijo. Se lo dejó todo a una institución religiosa de Sevilla, asegura el letrado, que recuerda que "en aquel entonces estaba muy mal visto que hubiera hijos de personas no casadas".

El caso está siendo investigado por un juzgado de Sevilla, que es el que ha ordenado ahora la exhumación de los restos para realizar la prueba de paternidad.