Provincia

Los ruidos del Metro están justo en los límites que fija la legislación

  • El Ayuntamiento hará públicas las mediciones y reclamará a la Junta que se rebajen aún más

Los ruidos que provoca el Metro a su paso por San Juan de Aznalfarache están, salvo en puntos muy concretos del recorrido, por debajo de los niveles de contaminación acústica permitidos por la ley, aunque "muy poco por debajo", según avanzaron fuentes municipales, que insistieron en que el Ayuntamiento ha reclamado a Ferrocarriles Andaluces que se tomen medidas para reducirlos aún más, de forma que no sean molestos para los vecinos y en esa línea se está trabajando ya.

El mapa de ruidos específico que está elaborando una empresa especializada se hará público en cuanto que esté concluido del todo, probablemente en los próximos días, según el compromiso que el propio alcalde, Juan Ramón Troncoso, adquirió con los residentes de una de las zonas más afectadas, los bloques de Cornisa Azul, con quienes mantuvo una reunión el pasado jueves.

Durante el encuentro, los vecinos volvieron a insistir en la necesidad de que se instale algún tipo de pantalla, acústica o vegetal, como la solución definitiva y "urgente", aunque el edil emplazó a los resultados de los estudios y las propuestas técnicas para tomar una decisión, ya que las pantallas tendrían un mayor impacto visual, sobre todo para los vecinos de las viviendas que están más pegadas al suburbano, la barriada Virgen del Rocío, donde se llegaron a poner barreras de siete metros, que fueron sustituidas por otras menores y translúcidas para evitar que llegaran casi al filo de los balcones.

Al parecer, ya se han llevado a cabo algunas de las medidas anunciadas por la Junta para intentar paliar las molestias, como limar las ruedas o reducir la velocidad en algunos tramos. Los vecinos insisten, sin embargo, en que no han percibido mejora alguna, sino al contrario, más ruido en algunos casos por la frenada.

El ruido sigue llegando con intensidad a estos pisos, a pesar de no ser los que están más pegados a las vías. De hecho, entre éstas y los bloques están incluso los cuatro carriles de la autovía de Mairena del Aljarafe. El sonido rebota en las pantallas que sí hay instaladas en el otro lado y se proyecta enfrente. Al no ser monótono, es más molesto que el del tráfico.

Sobre los ruidos de la autovía y la posibilidad de soterrarla con un falso túnel -un proyecto que se ha planteado en el Avance del PGOU-, el alcalde reconoció en la reunión que se trata de una obra de gran calado y sólo posible a muy largo plazo, más ahora en la situación de crisis económica.

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