En 1901 la Universidad de Oviedo creó la primera Universidad Popular. La idea se implantó en varias provincias, alcanzando su máximo auge durante la II República con la idea de acercar la cultura a las zonas rurales. Hace unos años, varios ayuntamientos se plantearon la necesidad de llevar la formación a sus municipios a través de la Universidad Popular.

Los cursos suelen durar de mayo a octubre. La Universidad Popular está en Castilblanco de los Arroyos. Umbrete, Alcalá de Guadaíra, Écija, Bollullos de la Mitación y Dos Hermanas, con 1.361 alumnos a lo largo de los últimos años y 16 años de experiencia. Sus materias van desde informática y cocina hasta idiomas o preparación para el acceso a la Universidad para mayores de 25 años.

Este tipo de experiencia ha servido a dos mujeres de Umbrete para realizar su sueño de estudiar en la universidad. Una de ellas es Esperanza Figueras, que ya es abuela de una niña de 12 años. "Siempre tuve claro que quería ser médico o periodista, pero las circunstancias de la vida me hicieron dejar los estudios en el Bachillerato superior y comenzar la formación de secretaria. Nunca pensé que tendría la oportunidad de entrar en la Universidad con mi edad", reconoce.

Aunque nació en Umbrete ha vivido en diferentes lugares del mundo y cuando volvió a su pueblo encontró que existía la Universidad Popular y que podía prepararse para el acceso a la Universidad sin salir de su municipio. "¿Quién dijo miedo? Me matriculé con mi hijo, que tampoco pudo continuar con sus estudios en su tiempo y empezamos a prepararnos. Ahora él estudia Educación Física en la Pablo de Olavide y yo Periodismo en la Facultad de Comunicación", explica Esperanza Figueras.

A Esperanza se le llenan los ojos de vida cuando habla de su experiencia universitaria. "Me ha cambiado todo. Estoy rejuvenecida porque en el trato con mis compañeros de clase se acortan muchas barreras. Hay muchos prejuicios sobre la edad que se rompen", asegura.

Sobre su paso por la Universidad Popular de Umbrete todo es agradecimiento y reconocimiento a la labor del profesorado, como es el caso de Juan Lafuente, un profesor jubilado que imparte las clases altruistamente y a quien Esperanza agradece que le animara para seguir adelante cuando se sintió flaquear. "Umbrete ha acogido la universidad popular como algo suyo", explica Esperanza Figueras.

Una de las pioneras de este centro en Umbrete es Malu Vera Muchamiel. Ella finalizó sus estudios en COU y años después, y con cuatro hijos, decidió que era su momento para seguir estudiando. Embarazada de su quinto hijo aprobó los exámenes de acceso a la Universidad para mayores de 25 años. "El niño me dio aún más fuerzas para seguir adelante", asegura.

Aunque aprobó con nota suficiente, era consciente que su formación no podía ser presencial porque quería seguir ocupándose de sus hijos. Por esta razón empezó lo estudios de Educación Social en la UNED. Este año comienza las prácticas. "Estudio poco a poco y por las noches principalmente. Mis hijos tienen entre 9 y 4 años. El más pequeño, 21 meses", comenta.

Entre las ventajas que encuentra a la hora de enfrentarse a los estudios universitarios con más edad, ella explica que "con 18 años lo haces porque es lo que se espera de ti. Ahora lo estoy haciendo por mí. No tienes que rendirle cuentas a nadie. Además, mis hijos me dan fuerzas para seguir. Ellos ven normal que su madre estudie porque lo han vivido desde que tienen uso de razón. Por supuesto, para conseguirlo el apoyo de tu pareja es muy importante", afirma.