La Autovía de Plata, que une Sevilla y Gijón a través de Salamanca, ya está concluida en sus cinco tramos sevillanos, cuyas obras comenzaron en 2001 con el ministro Francisco Álvarez Cascos (PP), durante el Gobierno de Aznar. Fomento abre hoy al tráfico los últimos quince kilómetros de la A-66 que quedaban por inaugurar en la provincia de Sevilla, lo que supone la conclusión definitiva de los 70 kilómetros del tramo andaluz de esta vía estratégica.

Los itinerarios que se ponen en servicio son los de El Ronquillo-Rivera de Huelva y Rivera de Huelva-Venta del Alto, según informó ayer el Ministerio en un comunicado.

Con la apertura de esos puntos que faltaban, los conductores que la utilicen tendrán vía libre para llegar desde Sevilla hasta el límite provincial de Cáceres con Salamanca, ya que en marzo se pondrá en servicio el último tramo en obras que quedaba en Extremadura: Aldeanueva del Camino-Villar de Plasencia.

De los 809 kilómetros que separan Sevilla de Gijón a través de esta autovía, aún están pendientes de apertura los enlaces entre Salamanca y León, a excepción del trayecto entre Zamora (Norte) y Río Duero. La idea del Ministerio es concluir por completo el extremo norte de esta vía rápida en el año 2010.

Fomento también destaca que los conductores circularán en condiciones de mayor seguridad, ya que con los nuevos tramos que se abren hoy se suprimen dos puntos conflictivos: la travesía de El Ronquillo y el paso por la Cuesta de la Media Fanega, y se facilita la conexión con la carretera N-433, que conecta con la frontera portuguesa.

Las dos obras de estos tramos, que han supuesto una inversión de 85,7 millones de euros, han sido financiadas por el denominado "método alemán" o abono total del precio de las obras a su finalización.

El tramo El Ronquillo-Rivera de Huelva (7,1 kilómetros) se ha ejecutado con una inversión de 35 millones de euros por parte de la constructora Copcisa. El tramo Rivera de Huelva-Venta del Alto (7,9 kilómetros), construido por la UTE Sacyr-Cavosa, ha costado 50,7 millones de euros. El trazado incluye un viaducto de 315 metros y otros dos pasos elevados de 194 metros cada uno.

Los trabajos han incluido medidas correctoras medioambientales por 2,6 millones: plantaciones y revegetación, pasos de fauna, reposición de vía pecuaria, y medidas de protección del sistema hidrológico y de la integración paisajística. En la subida a la Venta del Alto hay un tercer carril de vehículos rápidos que continúa dentro del túnel, que se extiende en una longitud de 4.060 metros. Entre los puntos kilométricos 2,593 y 3,406 se han construido dos túneles paralelos en el Cerro de la Venta del Alto, con una longitud total de 806 metros.

La conversión de la Nacional 630 en una autovía (A-66) ha sido durante décadas -al menos desde los años 80 del siglo pasado- una reivindicación histórica de los alcaldes de municipios situados en el llamado Corredor de la Plata (Guillena, Gerena, Castilblanco, El Ronquillo, El Garrobo, entre los sevillanos, y los extremeños como Fuente de Cantos o Los Santos de Maimona) que veían en esta autovía la solución para revitalizar la zona y zanjar la elevada cifra de accidentes mortales que acumulaba anualmente esta carretera: 30 fallecidos sólo en 1998 en el tramo de Camas a Zafra. El alcalde de Guillena, Justo Padilla (PSOE), llegó a movilizar a sus vecinos a cortar la N-630 para presionar al Ministerio al inicio urgente de las obras; por cada fallecido que se producía enviaban una esquela recordando la urgencia al Gobierno central.

Las presiones de los munícipes se intensificaron en 1999. La Administración reaccionó y sacó a concurso las obras del tramo sevillano en 2000. En diciembre de 2001, Álvarez Cascos puso la primera piedra y ahora será la ministra Magdalena Álvarez la que cierre las obras. Las inauguraciones de los tres primeros tramos fueron en 2004 (marzo y agosto) y en 2005 (junio). En febrero de 2006 tuvo lugar la inauguración de la autovía entre Santa Olalla (Huelva) con el límite con Sevilla.