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El Benfica como vivero

  • Las buenas relaciones entre el Betis y el club luso colocan en la agenda a los más de 70 futbolistas que éste tiene en nómina · Franco Jara, en verano, y Jardel, en enero, ya fueron objetivos recientes de los béticos.

La semana pasada Miguel Guillén y Rafael Gordillo acudieron como invitados al palco del Benfica para presenciar el encuentro de la Liga de Campeones ante el Zenit, debido a las buenas relaciones existentes con Luis Felipe Viera, presidente del club lisboeta. Lo que en principio no dejó de ser una visita de cortesía, después de una serie de reuniones que se han venido manteniendo desde el verano y que sirvieron para estrechar lazos, puede tener su influencia en el próximo mercado veraniego. Y es que el Benfica tiene en nómina a más de 70 jugadores, por lo que suele acabar cediendo a los que no tienen cabida en su plantilla.

El origen de las relaciones entre Guillén y Viera se remonta al pasado verano, cuando el club lisboeta se niega a ceder a algún futbolista al Betis debido a la deuda existente por el traspaso de Nelson. De hecho, la dirección deportiva verdiblanca había puesto sus miras en Franco Jara, el delantero argentino que finalmente recalaría en el Granada, donde está ofreciendo un buen rendimiento, pero obtuvo una rotunda negativa del Benfica, quien también firmó a Nolito, otra aspiración bética.

Tras una serie de conversaciones, Luis Felipe Viera, que incluso estuvo en la capital andaluza, entendió que la nueva realidad del club verdiblanco pasa por la administración concursal, de ahí que la reclamación de la deuda cambiara de dirección y se dirigiera a Manuel Ruiz de Lopera, quien había avalado personalmente el traspaso del lateral caboverdiano. Durante el pasado mercado invernal, las conversaciones entre ambos clubes se intensificaron por diversos asuntos, aunque sobre todo destacó el interés bético en el central brasileño Jardel, quien no había participado demasiado en el club lisboeta y que se planteó en el cuadro verdiblanco como una opción para reforzar la defensa, aunque finalmente no se pudo concretar la operación.

Incluso en el marco de esas conversaciones entre ambos presidentes, Luis Felipe Viera mostró a Guillén su interés por el joven Pozuelo, a quien los técnicos lusos habían seguido desde hace tiempo. El Betis negó en rotundo la posibilidad de traspasar al trianero en enero, de ahí que el asunto se aparcase sin mayor novedad e incluso el club lisboeta negó esta posibilidad la semana pasada, por aquello de no enturbiar las buenas relaciones entre ambos clubes.

Guillén y Gordillo, que también visitaron las instalaciones del Benfica, aprovecharon la visita para estrechar las relaciones con los dirigentes lisboetas, uno de los clubes más importantes de Europa y que dispone de una nómina de futbolistas interesantes para el presente verdiblanco.

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