Con el descenso consumado matemáticamente, las miradas del Betis se centran únicamente en la planificación de la próxima temporada, en la que se hace necesario configurar una plantilla de nivel para abordar el objetivo del regreso a Primera. Las circunstancias que rodean a una pérdida de categoría más las cláusulas que se recogen en los contratos de la mayor parte de los jugadores provocan que, ahora mismo, no esté nada claro quiénes continuarán la próxima temporada, por más que muchos tengan contrato en vigor.

El anterior administrador judicial, José Antonio Bosch, siempre se vanaglorió de que, en caso de descenso, los contratos de los futbolistas del primer equipo se reducían en un alto porcentaje -una media de un 40%-, con lo que se garantizaba la viabilidad económica de la entidad. Ahora, con el descenso como una realidad, está cláusula aparece como un problema para la continuidad de muchos jugadores, por lo que se haría necesario renegociar los contratos con aquellos futbolistas que sí interesan al club.

Ahí, precisamente, surge un nuevo problema. La indefinición que rodea a la entidad, tanto en los integrantes de su consejo de administración como en la ausencia de un director deportivo, o incluso general, dificultan las negociaciones con los representantes de los jugadores, que se encuentran sin interlocutores válidos. El vicepresidente, Fernando Casas, o los miembros de la secretaría técnica que todavía permanecen sí vienen manteniendo conversaciones con algunos de ellos, pero, por ahora, sin cerrar acuerdo alguno.

19 jugadores de la actual plantilla tienen contrato en vigor para la próxima temporada, aunque algunas salidas parecen seguras. Verdú, Paulao, Chica o Rubén Castro ya cuentan con propuestas de otros equipos encima de la mesa, por lo que parecen tener el futuro lejos de Heliópolis, por más que en el club verdiblanco sí se llegasen a plantear la continuidad del delantero canario. Otros jugadores como Matilla, Chuli, Jordi, Nacho, Nosa Igiebor o Braian Rodríguez aguardan a conocer si entran en los planes del próximo entrenador, mientras que el club sí cuenta con Adán, Perquis, Reyes, Xavi Torres, Nono, Juanfran, Vadillo, Cedrick y Jorge Molina, aunque algunos de estos casos también sería necesario revisarlos para que continuasen en el equipo verdiblanco el próximo año.

Amaya y Salva Sevilla finalizan sus contratos este verano y ambos cuentan con propuestas de otros equipos de Primera, mientras que Sara, Dídac, Leo Baptistao, Juan Carlos y N'Diaye finalizan sus cesiones, lo que los coloca también lejos de Heliópolis para la próxima temporada.

A estos casos anteriores se suman los jugadores que regresan de sus cesiones, como son los casos de Andersen, Álex Martínez, Rennella y Sergio. Mientras el futuro del primero está lejos del Betis, el de los otros tres sí dependerá de la opinión del nuevo entrenador, ya que el club sí los considera válidos para el proyecto del próximo año.

Una situación similar ocurre con algunos de los canteranos que renovaron sus contratos en los últimos meses. De esta forma, Caro, Carlos García, Pedro, Dani Ceballos y Marco Rosa tienen previsto realizar la pretemporada con el primer equipo, a la espera de que el próximo cuerpo técnico decida sobre sus futuros. Un caso distinto es el del lateral izquierdo Francisco Varela, a quien el club pretende renovar, pero con el que todavía no ha alcanzado un acuerdo. El joven, que llegó a debutar en el encuentro de Liga Europa ante el Rubin Kazán, quiere conocer si entra en los planes del próximo entrenador antes de tomar una decisión sobre su futuro, a la vez que se tendrían que renegociar algunas cuestiones de su contrato. El hecho de que Calderón apenas haya contado con él, a pesar de la ausencia de un lateral zurdo específico con las lesiones de Nacho y Dídac, ha provocado que, por ahora, se mantenga a la espera.

Con la temporada terminada y, además, en año de Mundial, lo que provoca que haya más días de por medio hasta la siguiente temporada, el club verdiblanco cuenta con tiempo para planificar su nuevo proyecto, aunque, ahora mismo, su plantilla está en el aire, a la espera de que los movimientos en la planta noble aclaren el futuro de la entidad.