Tras dos días en los que Julio Velázquez ha seguido en sus trece de enviar a través de las ondas radiofónicas mensajes que denotan lo lejos que aún anda de conocer la idiosincrasia del Betis, el técnico salmantino habrá de meterse de lleno en su laboratorio y demostrar que, al menos, es capaz de dar un golpe de timón y variar la singladura de un equipo que no puede permitirse un tropiezo más el domingo en Montilivi ante el Girona, vicelíder de la clasificación. Y si para el equipo es prohibitivo, para el entrenador aún más.

No es Velázquez amigo de ir desvelando sus planes y sí muy partidario de esconder sus onces y trabajar a puerta cerrada, pero entre lo poco que deja traslucir, las lesiones, alguna sanción y algún futbolista pujante, puede colegirse que los cambios que el Betis presente en la alineación respecto al once que perdió frente al Albacete no serán menos de tres.

Incluso es muy posible que durante los entrenamientos semanales trabaje en la posibilidad de cambiar el 4-3-3 que viene utilizando desde que comenzó la Liga en pos de un 4-2-3-1 o un 4-4-2 que, en todo caso, determinará la posición de Foued Kadir y el hombre por el que el franco-argelino entre en el once inicial, ya que se antoja imposible hoy pensar que el mediapunta siga en el banquillo tras demostrar en los dos últimos partidos que es el futbolista con más capacidad de desborde en la plantilla, ya sea por su feroz arranque, por regate o, simplemente, por su hábil conducción del balón en carrera.

En la línea defensiva se intuye el primero de los cambios, toda vez que Piccini ha dejado atrás las molestias lumbares que lo lastraban desde que acabase el partido de Ponferrada y hoy se entrenará ya con el grupo, en principio, con normalidad. Molinero saldría del once inicial aunque si el italiano no estuviese al cien por cien podría tener continuidad.

En el centro del campo habrá al menos algún cambio. Xavi Torres, que viene realizando algunos entrenamientos especiales y que goza de algún que otro descanso mientras su recuperación de la rotura de tendón es total, regresará al once inicial y lo hará en lugar del hombre que aprovechó su ausencia ante el Albacete, N'Diaye. El franco-senegalés ha sido sancionado con un partido por su expulsión al sujetar el brazo al árbitro cuando éste se dirigía al túnel de vestuarios y el club, lógicamente, no presentó alegación alguna al acta.

En esta zona podría producirse otra baja, la de Lolo Reyes, quien anda en tenguerengue tras el golpe sufrido en la cabeza al chocar con el guardameta Alberto el domingo. La posible baja del chileno sería cubierta por Nono, ya que Sergio a la fecha no ha contado para Velázquez, aunque también podría retrasarse Matilla unos metros, como ocurrió en la segunda parte frente al conjunto manchego.

Lo que sí se antoja seguro es el ingreso de Kadir en la última línea, lo que conllevaría la salida del equipo de Matilla, Cejudo o Jorge Molina. Dependiendo también de quien sea el sacrificado se podrá ver si Velázquez modifica el sistema de juego. Si entra en lugar de Matilla a secas, al ser más el francés un mediapunta que un centrocampista podría hablarse de un 4-2-3-1, aunque también podría caer a una banda, Cejudo a la otra y jugar Jorge Molina y Rubén Castro arriba en 4-4-2; si lo hace en lugar de Cejudo podría quedarse todo igual siempre que ocupase la banda derecha, mientras que si el sacrificado es Jorge Molina se abre la variante de que Rubén fuese el único punta. Son muchas posibilidades sin contar la posible entrada de Rennella, más activo que Jorge Molina cuando salta al césped.