En el Betis se habla de paciencia y tranquilidad, se indica que el equipo irá en progresión u otros diversos factores para justificar el mal arranque de campeonato. Pero una cosa está clara atendiendo a los números de estas diez primeras jornadas, casi un cuarto de campeonato: esta Segunda será mucho más empinada que la del pasado año, cuando con 61 puntos el Córdoba, séptimo clasificado, logró entrar en el play off y luego saborear el ascenso de categoría.

Un repaso a los cinco primeros clasificados del campeonato refleja ese aumento de dificultad en esta temporada, por más que la igualdad sea la nota predominante en la mayor parte de los encuentros. Siendo cierto que los pequeños detalles -entre ellos el balón parado- decantan los duelos, los gallos de Segunda ya han marcado su territorio. Girona -líder-, Valladolid -segundo-, Las Palmas -cuarto- y Zaragoza -quinto- sólo han perdido un encuentro en lo que se lleva de torneo, mientras que el Sporting -tercero- todavía no conoce la derrota.

A esta solidez de los primeros clasificados se une también el historial que presentan. La pasada temporada, Recreativo, Murcia, Lugo o Córdoba aparecían entre los cinco primeros clasificados, una posición que sólo el conjunto pimentonero, precisamente dirigido por Julio Velázquez, logró mantener al final del campeonato. Ahora, por contra, Valladolid, Las Palmas, Zaragoza e incluso ese joven Sporting que dirige Abelardo acumulan crédito suficiente para pensar que no dejarán la pelea por el ascenso hasta el final. "Por cómo se está desarrollando el inicio, la entrada en los puestos de play off a priori podría estar en más puntos", señaló el propio entrenador verdiblanco en la entrevista concedida ayer a este periódico.

Los 17 puntos que acumula el cuadro verdiblanco en su casillero le hubieran servido el pasado año para ocupar el tercer puesto, a uno sólo del segundo clasificado, otro dato que muestra el incremento de puntuación necesario en esta temporada para coger el tren de cabeza.

Todas estas circunstancias son las que otorgan una especial relevancia al encuentro de este domingo en Pamplona. Por un lado, una victoria le serviría a Velázquez para refrendar la mejoría experimentada ante el Recreativo, tanto en el juego como en la puntuación. De lo contrario, el técnico volvería a quedar cuestionado, al mismo tiempo que el Betis vería como sus rivales aumentarían su distancia en la tabla, otro argumento que iría en contra de la permanencia de Velázquez en el banquillo. En el club verdiblanco se celebró por todo lo alto el triunfo del pasado sábado, que sirvió para mantener la confianza en el trabajo del cuerpo técnico, pero a nadie se le escapa que un nuevo tropiezo en El Sadar dejaría al descubierto una irregularidad demasiado peligrosa.

En el último ascenso, el Betis sumó 25 puntos en las primeras diez jornadas, con una sola derrota y colocándose cuatro puntos por encima del segundo clasificado. Desde esa temporada, que fue la primera en la que ya se disputó el play off, sólo el Elche de la 2012-13 logró sumar más puntos (28) que ese equipo de Mel, al que ese magnífico arranque le permitió disponer de un colchón para resistir el bache que sufrió a mitad de año. Ahora, la situación es distinta, y en esta Segunda más empinada el Betis necesita encadenar triunfos para engancharse al ascenso.