La baja de Álex Martínez abre al Betis el abanico de posibilidades de cara a reforzar un equipo que no acaba de cogerle el aire a la categoría. El club, que no inscribió a Vadillo para el primer tramo liguero toda vez que su alta no se espera antes del mes de marzo -se lesionó el 26 de julio para unos siete meses-, dispone de tres fichas libres para ocupar en el mercado invernal, aunque presumiblemente una la usará con el propio extremo puertorrealeño. Pero, además, ahora puede gozar de una plaza más y, además, ocuparla de manera inmediata.

Los requisitos para incorporar fuera de mercado a un futbolista -siempre que haya fichas libres puede contratarse a los que estén en paro-, pasan ineludiblemente por una lesión cuyo diagnóstico en la recuperación vaya más allá de los cinco meses, como es el caso de la de Álex Martínez. En ese caso, sólo tienen que concurrir tres condiciones para poder otorgar la baja federativa y solicitar un nuevo alta: que el futbolista lesionado dé su beneplácito -el futbolista raramente llegaría al final liguero-, que el contratado no necesite tránsfer, es decir, que esté jugando en España sea cual sea su categoría y nacionalidad, y que con su fichaje el club no sobrepase el límite salarial que ha entrado en vigor esta temporada.

Así las cosas, el Betis ya ha iniciado los trámites para dar la baja a Álex Martínez y contratar con urgencia a un futbolista que esté jugando. Aunque todo haría pensar que se moverá para firmar a un lateral izquierdo, no tiene por qué ser así, según las primera conversaciones mantenidas entre los miembros de la secretaría técnica y Julio Velázquez.

Queda mes y medio para la apertura del mercado, en la que el Betis no tendría ni que dar bajas para reforzarse por esas tres fichas libres de que dispone, pero la urgencia desde el inicio de temporada fue un central, que si no ha fichado ya es por no convencer ninguno de los que se hallan actualmente en paro. Ahora se abre un nuevo abanico y, en parte, todo puede depender del rendimiento que dé Casado o, en su defecto, los futbolistas del filial Varela e incluso Isaac.

Con todo, en el lateral izquierdo el Betis tiene apuntado desde hace tiempo el nombre de David Juncà Reñé, futbolista del Girona que el pasado verano fue tanteado por la Ponferradina y el Sevilla, pero que prefirió quedarse en su club de toda la vida, sobre todo porque la apuesta nervionense no fue fuerte ni definitiva.

Juncà, que el 16 de este mes cumplirá 21 años, lleva desde juveniles jugando en el Girona, con el que ya debutó en Segunda División con 18 años de la mano del entrenador Raúl Agné. Desde entonces su progresión ha ido a más y con la llegada al banquillo de Pablo Machín es titular indiscutible desde la temporada pasada. En la presente sólo se ha perdido el último partido, en Montilivi ante Las Palmas, por unos problemas musculares. Ha disputado los once anteriores de Liga, en los que ha marcado dos goles frente a Sporting y Valladolid, y los dos de Copa, en los que goleó ante la Ponferradina.

Espigado pero no muy alto (1,76 metros), su complexión es muy parecida a la de Álex Martínez, delgado pero fibroso y con una zancada muy potente que lo cualifica para ir bien en ataque y que le permite incluso actuar como extremo, posición que desempeñó en sus inicios. Con todo, el sistema que mejor le va es el que emplea su técnico actual, como lateral ofensivo en una zaga de cinco con tres centrales.

Natural de Riumors, pequeña localidad ampurdanesa de unos 200 habitantes, Juncà finaliza su contrato con el Girona en junio de 2016 y su valor de mercado ronda el medio millón de euros, cantidad al alcance del Betis, quien además podría ofrecer a algún futbolista como cedido, caso de Sergio o algún otro, para abaratar la operación.

Juncà es el que gusta a Alexis, pero el mercado hoy ofrece múltiples posibilidades. Casado, ex sevillista que estuvo en la órbita del Betis justo antes de lesionarse de gravedad como rayista, no juega hoy en el Málaga. Tampoco juega apenas Mané en el Almería, como el central Fran Vélez, otrora pretendido por los verdiblancos.