Si el presidente, Juan Carlos Ollero, alzó la voz el pasado miércoles para defender a la afición del Betis, ayer le tocó el turno al entrenador, Pepe Mel, una figura no sólo vinculada al aficionado, sino también a Rubén Castro, en quien de nuevo se detiene el foco de atención tras los últimos acontecimientos. Mel quiso ayer arropar a los suyos resaltando los valores que representan la afición verdiblanca. 

"Resulta que la afición del Betis es premiada por su comportamiento. Los valores que imprime el beticismo son de trabajo, humildad y de disfrutar del evento. Invito a todo el mundo a venir al Villamarín, a ver el ambiente que se genera con muchas familias y muchos niños. Desde que soy entrenador en el 2010, no recuerdo ni un sólo problema en el estadio, con el máximo respeto a las aficiones rivales. El Betis lleva un mínimo de 2.000 personas a cada desplazamiento del equipo y su comportamiento es ejemplar, lo puede decir la policía. Nosotros estamos en contra de cada acto de violencia y cada cántico, ya lo ha dicho el presidente, que nos ha representado muy bien. Cualquier tipo de violencia va en contra del beticismo. Estoy orgulloso de mi afición, representa unos valores que yo quiero para mí y ojalá no cambien. El beticismo tiene la suerte de tener a casi 7.000 mujeres que son socias, dos peñas de mujeres, muchas presidentas en peñas mixtas y tenemos dos equipos de fútbol femenino. No tengo que defender algo que es obvio, que la afición del Betis es de las mejores de España, dicho por muchos organismos oficiales", manifestó el preparador verdiblanco, que incidió en ese mensaje al respaldar a Rubén Castro: "El presidente nos ha representado a todos los béticos muy bien. El aficionado tiene que currar mucho para sacarse su carnet, viene a disfrutar del evento y quiere ver a su equipo. No pueden catalogar a una afición tan grande como la del Betis por unos pocos. El Betis pondrá todos los medios para localizar a los que hicieron ese cántico. Creo que todas las noticias tienen su momento y también quiero decir que tenemos a un jugador, que la afición lo conoce como futbolista, nosotros lo conocemos como persona y nos preocupa que esté condenado antes de ir a una sala. Pido a la afición del Betis que lo arrope y pido al público que no lo juzgue antes de ir a un juez". 

Precisamente, Mel se detuvo en la figura del delantero, que no atraviesa su mejor momento deportivo. "Los jugadores no son máquinas y Rubén está aislado, no escucha ni oye. Está centrando en su trabajo y en su pareja, que está embarazada. Es feliz porque va a ser padre. Esperamos que lo juzgue un juez, no la opinión pública", manifestó el entrenador bético, que no quiso adelantarse a una posible sanción impuesta por el Comité de Competición: "De momento, no ha pasado nada y no nos vamos a adelantar. El Betis se sabe defender y yo estoy hablando ahora como un bético más. Soy la voz de los 35.000 socios del Betis. Nos repugnan los cánticos pero no puedes juzgar a toda una masa social por 100 personas, no es justo. Se están poniendo todos los medios para localizar a los que hicieron ese cántico". 

Por último, Mel se refirió a la petición del club verdiblanco, que se basa en la necesidad de recibir el mismo trato que el resto de equipos del campeonato. "No sé qué decidirán, sólo espero que nos traten como han tratado a los demás en los mil cánticos que se escuchan. No hay que nombrar a nadie, no queremos el mal para nadie, sólo nos importa el Betis, pero que nos traten como a los demás", concluyó el técnico bético.