-Imagine que soy un amigo de fuera de España que le pregunta por cómo va el Betis, ¿qué le respondería?

-Que estamos en un momento decisivo y que todo está siendo más difícil de lo previsto. La realidad es que nos encontramos a sólo dos puntos del liderato. Los dos siguientes partidos, ante el Valladolid y Las Palmas, van a ser decisivos. Si ganamos, podremos seguir hacia delante; si perdemos, será complicado.

-El equipo está recibiendo críticas: no controla los encuentros como debiera, principalmente ante equipos teóricamente inferiores.

-Sí, es verdad. Contra los grandes jugamos bien, ganamos y hacemos buen fútbol, pero contra los pequeños encontramos más dificultades. No sé por qué, la verdad. Con todos mis respetos hacia los demás, tenemos mejor equipo y mejores jugadores, pero, no sé el motivo, tenemos problemas con los teóricos pequeños.

-El Valladolid no es uno de esos pequeños. Toca dominar, por tanto.

-Eso espero. Creo que estamos más preparados para competir con este tipo de equipos que juegan más abiertos. Los otros se arman bien por el centro y por atrás y cuesta más encontrar los espacios.

-Hablemos de usted. Después de regresar de la Copa de África, parece que comienza a volver a tener continuidad. ¿Cómo se encuentra?

-Bien. En septiembre y octubre empecé con algunas dificultades. Estaba fuera de forma cuando llegué. No hice una pretemporada como debía. Pero ahora me siento muy bien, en forma, estoy fuerte.

-No sé si es consciente de que la afición espera más de usted.

-Sí. Lo sé. Estoy dando lo que puedo para alcanzar mi mejor momento y responder al esfuerzo que se hizo por ficharme. Sé que los aficionados están esperando más de mí, pero estoy poniendo todo el empeño.

-¿Cree que el mejor N'Diaye se vio con Merino en el banquillo?

-Sí, creo que ése fue la mejor versión de mí. En noviembre y diciembre, justo antes de irme a la Copa de África. Ésa fue mi mejor versión, sí.

-¿Cómo se siente más cómodo en el campo? ¿Junto a un jugador del perfil de Xavi Torres, del tipo Lolo Reyes o con todo el centro para usted, como único medio defensivo?

-Como mejor me siento es con un compañero detrás. Lolo, Xavi, cualquiera de ellos, pero con alguien detrás, sí. Me siento más seguro, con más libertad a la hora de subir conduciendo la pelota.

-Acaba de igualar el número de partidos disputados la temporada pasada: 16. La única diferencia reseñable es el número de amonestaciones: cinco la campaña pasada frente a ocho y una expulsión esta temporada. ¿Hay una explicación?

-No lo sé. Quizá el fútbol en Segunda sea más agresivo, quizá sea porque al principio no estaba con el estado de forma idóneo, la verdad es que no encuentro una explicación.

-Cambiemos el tercio: ¿cómo se encuentra en Sevilla?

-Muy bien. Me gusta estar aquí, me encanta la ciudad. Sevilla es una de las mejores ciudades para vivir. Me gusta el clima. Mi familia es feliz aquí. Creo que he acertado al venir aquí.

-Hoy cumple 25 años. Lo celebrará en familia...

-Vivo con mi mujer y mi hijo. Mañana [por hoy], además, vienen más familiares para celebrar mi cumpleaños. Se van a quedar unos cuantos días. Visitarán la ciudad e irán al partido del domingo. Espero ganar y celebrarlo también después el domingo.

-Todavía se recuerda su imagen en el campo de Osasuna, cuando no dudó en salvar a un menor de la avalancha. Dice mucho de su humanidad.

-Es normal. Es lo que haría cualquiera. Si ves a alguien con un problema, se le ayuda. Es lo normal. Tampoco tiene tanto mérito ni se merece tanta atención. Usted hubiera hecho lo mismo. Quizá tuvo mayor trascendencia porque no es una imagen habitual, pero, vamos, que es algo a lo que no le doy importancia.

-¿Sois los futbolistas unos trabajadores privilegiados?

-Es un buen trabajo. Hay buenos salarios y, además, todos los jugadores de cada equipo juegan al fútbol porque lo aman. En otros trabajos no ocurre así siempre. El diseñador de webs quizá no siempre haga lo que le interese, o, no sé, incluso es posible que un médico tampoco haga siempre lo que le guste. Pero creo que todos los jugadores sienten pasión por el fútbol.

-Teniendo muy buenos salarios, ¿por qué cree entonces que existen casos de amaño de partidos, pervertir la competición a costa de unos miles de euros?

-No sé. Hmm... Creo que hay alguna gente que es... La palabra no es celos... [Intenta buscar una palabra apropiada.] No sé. Bueno. Prefiero no contestar. No quiero que se me malinterprete.

-Otro asunto de actualidad es el de los aficionados radicales. ¿Cómo son en España, usted que puede comparar con las ligas de Francia, Inglaterra o Turquía?

-En un año y medio aquí no he visto demasiados problemas, la verdad, en comparación con otros países. En Turquía sí son diferentes.

-¿Se ha empapado ya de la cultura bética, de lo que significa el club? ¿Qué destacaría?

-Es uno de grandes de España. A todos sitios donde viajamos hay gente apoyándonos. El día de Sabadell, por ejemplo, fue impresionante. Incluso jugando en Segunda vienen a vernos más aficionados que, por ejemplo, al Sevilla. El otro día pude comprobarlo en el partido contra el Borussia. Es un poco como el Saint Etienne en Francia. Eso dice bastante de la dimensión del Betis. Por eso vine, fue definitivamente lo que me hizo venir a jugar a Segunda: por la dimensión del Betis, que aun en Segunda no deja de ser uno de los grandes.