El mercado ha tocado a su fin y la plantilla del Betis continúa incompleta, al menos sin la velocidad en la zona de vanguardia que lleva demandando su entrenador desde que se hizo con las riendas del equipo. Tan importante considera Pepe Mel tener en su equipo velocidad y desborde por fuera que esta carencia lo movió a un planteamiento que se reveló con lagunas el sábado en el Santiago Bernabéu, donde apostó claramente por un equipo aguerrido pero con poquísima salida.

Sea como fuere, la persiana se echa esta madrugada y de no llegar la fruta prometida habrá de esperar el técnico al invierno. En principio, aunque las últimas horas del mercado suelen ser locas, con ofrecimientos y fichajes que se cierran al límite en sólo minutos, dos son los frentes abiertos en la entidad verdiblanca y ambos de sobra conocidos: El portuense Joaquín y el asturiano Adrián. Y a tal efecto, para tratar de cerrar ambas incorporaciones, se encuentra desde el sábado en Madrid el director deportivo, Eduardo Maciá.

En el caso de Joaquín, las posturas se han acercado y todo podría resolverse. Aunque el Betis sigue instalado en su oferta de medio millón de euros, la Fiorentina ya se conforma con un millón -la prensa italiana sigue hablando de 1,5-.

El portuense volvió a tensar la cuerda el sábado por la tarde. "Sigo y seguiré luchando para ser feliz y volver a casa", volvió a escribir en las redes sociales, al punto de que los tifossi del equipo viola ya han comenzado a mosquearse con la actitud del portuense, quien trae de cabeza a Paulo Sousa, su entrenador -ni se entrena ni juega- y a la directiva entera de la Fiorentina.

Con todo, esa misma noche sabatina, Joaquín se mostró muy optimista con gente de su entorno y, con su gracejo habitual, comentó medió en broma, medio en serio: "Si no voy al Betis, me tengo que retirar. Yo aquí ya no puedo jugar, porque los tifossi...".

Sin embargo, Daniele Pradè, el director deportivo de a Fiorentina, atendió ayer a los medios de comunicación. "Ya hemos hablado con Joaquín y le hemos dejado claro que es un jugador importante y que contamos con él para esta temporada. Ésa es la realidad", confirmó el técnico, que dio la plantilla del equipo por cerrada.

En el caso de Adrián, las negociaciones, que prácticamente habían fructificado mediada la semana pasada, se han frenado desde que el Villarreal apostase fuertemente por él también. El fichaje de Denis Suárez por el conjunto castellonense no ha variado la estrategia, ya que Marcelino desea un delantero más que compita con Soldado, Bakambu, Leo Baptistao y Jonathan Pereira, aunque otra cosa es que Fernando Roig acceda a las pretensiones del entrenador asturiano, máxime tras la puesta en escena del valenciano y el congolés.

Y ésta es la baza que está jugando el Betis, que tiene convencido a Adrián de que como verdiblanco iba a tener más minutos, ya que cuando no jugara en una de las bandas lo haría arriba con Rubén Castro. Mel quiere a Adrián ya desde febrero del año pasado, cuando se interesó por él y éste es sabedor de ello.

De otro lado está el Oporto, a quien el Villarreal paga más dinero que el Betis, que sólo asumiría en la cesión la mitad de la ficha del delantero. Empero, Maciá también le está haciendo ver a la entidad portuguesa que la mejor manera de recuperar parte de los 11 millones de euros invertidos en su día en el fichaje de Adrián es que éste juegue partidos, marque goles y se revalorice, mejor que unos cientos de miles de euros más ahora. Hoy, la solución.