Rayo Vallecano-Betis

El Betis se hace peligroso (0-2)

  • El equipo de Mel gana también en Vallecas y suma seis de seis en dos salidas consecutivas. Muy bien plantado, aprovechó sus opciones como en Gijón dando una imagen segura y solvente.

Era demasiado tiempo sin ganar en Vallecas y el Betis rompió esa pésima tendencia con un trabajo francamente óptimo perfectamente finalizado en las contadas pero clarísimas ocasiones del equipo, que además supo controlar el juego de un Rayo intenso pero sin el desborde necesario para superar a un Betis muy bien plantado y que le supo dar el partido los tiempos y las situaciones que demandaba. Ayudas para cerrar unas bandas de por sí estrechas y con Ndiaye y Petros muy sólidos para adueñarse de la medular y que el Betis fuera pensando cada vez más en sentenciar y cada vez menos en las buenas intervenciones de Adán.

Desde octubre de 1999, con un doblete de Alfonso y un gol de Denilson, no ganaba el Betis en Vallecas (1-3). Mel, perfecto conocedor de cómo utilizar un campo tan peculiar como el vallecano, no cambió más que a Joaquín pero sí la forma en la que el equipo se comportó, mucho menos empeñado en proyectarse abierto y muy bien focalizado en hacer suyo el centro y en ir ganando motivos para decantar el duelo a su favor.

Era, pues, Rennella por Joaquín el único cambio en el once inicial del Betis respecto a Gijón y las prestaciones son mejores porque al Rayo le falta el descaro que demostró el Sporting y el Betis va creciendo atrás con dos centrales que parecen conocerse de mucho tiempo y un Ndiaye que, además de hacer bueno al que le pongan al lado, cubre como si fuera futbolista y medio. Si arriba Rennella se pelea con todos para que Rubén Castro pueda hacer lo que quiera, tenemos a un Betis con una base muy interesante para hacer bingo en Vallecas.

Y, resulta, que en apenas veinte minutos ha puesto el Betis a su favor la cita con una recuperación de Westermann en su área, sacando el balón con determinación y fuerza para abrir a la derecha a Rubén Castro y que el canario encuentre al alemán convertido en delantero centro para batir a Toño y coronar una contra soberbia del central.

Mal lo vio Paco Jémez, que ya metió al habilidoso Lass Banghoura al descanso para encerrar demasiados minutos a un Betis agobiado y sin capacidad ahora para sacar la pelota de atrás. No termina de ponerse de gol el Rayo, pero la situación no es nada cómoda para un Betis que encuentra la sentencia en la rabia y la fe.

La rabia y la fe la puso Cejudo. Cuando el Rayo esperaba que pitaran falta a favor de los verdes, Cejudo se adelantó a Zé Castro y, a pesar del golpetazo que le dio el central en el costado, avanzó para dejar solo a Rubén Castro, que sólo tuvo que definir con su habitual tranquilidad.

0-2 y todo el trabajo hecho. O casi. Joaquín, con un regate al meta Toño marca de la casa, debió marcar pero encontró el poste y a un Rubén Castro que se pensó en orsay y no hizo por empujar cuando el balón lo llamaba a gritos. No hacer el tercero pudo tener sus consecuencias y el Rayo, ya volcado, hizo lucirse varias veces a Adán, cuyo único resbalón lo resolvió de cabeza bajo palos Westermann para amarrar tres puntos que con Gijón son seis y que saben a gloria bendita porque ya van 11 y una creciente pinta de curso amable que cabe esperar que no modifique el parón liguero.

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