A pesar de que la permanencia aún no es matemática, el Betis oficializó al mediodía de ayer la contratación de Miguel Torrecilla para las cuatro próximas temporadas. "Es un proyecto de futuro para la entidad en busca de mayores cotas deportivas", explicó el comunicado del club bético, que se produjo poco después de que el salmantino se despidiera del Celta y expusiera sus motivos para el cambio.

"Mi ciclo en el Celta ha concluido. Ha sido una decisión personal y muy meditada. Mi obsesión era elegir un buen momento y pienso que éste es uno de los mejores momentos en la historia del club, con el equipo clasificado para Europa dos lustros después. Quería irme en trayectoria positiva, no en momentos complicados porque ahí puede parecer más una huida que una salida", manifestó Torrecilla, que dijo adiós al club vigués acompañado del presidente, Carlos Mouriño, con quien se fundió en un abrazo al finalizar la comparecencia.

Torrecilla explicó que le comunicó al presidente su decisión de "abandonar" el club cuando éste lo convocó tras un partido entre el Celta B y el Lealtad en Barreiro, el pasado 27 de marzo, probablemente para presentarle una oferta de renovación que ya no quiso escuchar. "No me voy por dinero, el Celta no llegó a hacer la oferta que yo consideraba merecida u oportuna, quería evitar que lo económico fuese el problema. Siempre me he sentido muy bien remunerado, nunca he querido crear tensiones con mis contratos", manifestó, emocionado, Torrecilla.

Tras informar al Celta de su decisión de pasar página, en el "escueto mercado de los directores deportivos" recibió tres ofertas, dos de clubes de Primera y una de un equipo inglés que está a punto de ascender a la Premier y finalmente aceptó la oferta del Betis, una entidad con el que ya había mantenido contactos en el pasado pero que no llegaron a concretarse.

Al borde del llanto, Torrecilla concluyó su despedida del Celta con una larga lista de agradecimientos a todos los estamentos del club, desde los jugadores a los directivos, pasando por ejecutivos, doctores, entrenadores, técnicos, jardineros, colaboradores, medios de comunicación y finalmente el presidente y los aficionados. "Siempre me he sentido muy querido", dijo.

"Es verdad que en este tiempo el club ha tenido una progresión deportiva muy buena, pero yo no soy ningún mago ni ningún gurú. Eso ha sido un éxito de muchos elementos del club. Y yo quería irme dejando esta puerta abierta", sentenció Torrecilla, quien encontró correspondencia en este deseo con la despedida de Carlos Mouriño, quien después de actuar como maestro de ceremonias al inicio del acto indicó por su parte que el Celta siempre estará agradecido a Torrecilla, a quien, dijo, "el Celta siempre estará esperando".

Mientras tanto, el Betis presentará mañana a la una de la tarde a Torrecilla como su nuevo director deportivo, dentro de esa renovación del área técnica que se inició con el despido de Eduardo Maciá y su equipo de colaboradores. "El consejo de administración verdiblanco quiere comenzar una nueva etapa de crecimiento con el técnico salmantino, que viene de protagonizar un exitoso periodo en el Celta", señaló el club bético, que acompañó su comunicado con un repaso de la carrera deportiva de Miguel Montes Torrecilla.