Tras confirmar el fichaje de Durmisi, Miguel Torrecilla continúa avanzando en las gestiones que tiene abiertas para configurar el Betis de la próxima temporada. Dos de las mismas corresponden a Felipe Gutiérrez y Jonas Martin, cuyos equipos, el Twente y el Montpellier, presentan dificultades económicas que todavía no han permitido cerrar del todo esos dos deseos de la dirección deportiva.

Eso sí, las situaciones de ambos clubes son distintas. Por un lado, el Twente sigue luchando en los tribunales deportivos por su supervivencia, después de que hace unos días le fuera retirada la licencia para competir en la máxima categoría holandesa. El pasado viernes se produjo una nueva vista en la que los dirigentes pidieron celeridad en la decisión, a la vez que mostraron su disconformidad con el criterio de la Comisión de Licencias de la Federación Holandesa. Y es que el Twente fue sancionado por las irregularidades en la gestión de sus anteriores dirigentes, por lo que los actuales, que han colaborado en todo momento con las autoridades, entienden que no merecen ese castigo.

De hecho, el pasado mes de diciembre, cuando se detectaron las primeras irregularidades, las autoridades deportivas holandesas aseguraron a los dirigentes del Twente que si ayudaban en la investigación no serían sancionados. El problema radicó en que posteriormente se conocieron más irregularidades en los traspasos de varios jugadores -Corona, Engelaar y Tadic-, lo que motivó la sanción final.

El desenlace de este embrollo se desconoce, aunque la apelación presentada en los organismos deportivos se resolverá el próximo 6 de junio y la sentencia final se esperaría para algunos días más tarde. El Twente, por su parte, puede acudir a la justicia, aunque eso alargaría el proceso y, como aseguran sus dirigentes, eso provocaría el caos de la entidad. "Necesitamos vender abonos de la próxima temporada y también asegurar nuestros patrocinios. Y también los jugadores quieren conocer su futuro", expresó un dirigente holandés. En este último caso se encuentra el chileno Felipe Gutiérrez, objetivo del Betis para reforzar el centro del campo y que aguarda a que se desbloquee la situación del conjunto holandés para retomar la negociación con el equipo bético. Mientras tanto, el centrocampista permanece en su país recuperándose de unas molestias en el menisco de su rodilla derecha -fue operado ayer-, que le han impedido concentrarse con Chile y que también generan preocupación en Heliópolis.

El caso del Montpellier es distinto. Su presidente, Louis Niccolin, necesita cubrir un desfase económico de ocho millones de euros para equilibrar sus cuentas, de ahí que se plantease vender a uno de sus centrocampistas: Ryad Boudebouz, Bryan Dabo, Jonas Martin o Morgan Sanson. Ahí apareció la propuesta verdiblanca, que puso 2,5 millones de euros encima de la mesa por Martin, aunque los dirigentes franceses, duros negociadores, aún no la han aceptado. Desde el entorno del centrocampista se confía en un acuerdo final entre los clubes, después de que el acuerdo con el jugador esté ultimado para firmar un contrato de tres temporadas.

Con estas dos operaciones muy avanzadas pero con aristas por rematar, Torrecilla también sigue a la búsqueda de las demás posiciones a reforzar. La idea del director deportivo pasaría por cerrar al menos dos incorporaciones más antes del inicio de la Eurocopa, cuando, habitualmente, se produce un frenazo en el mercado. Los nombres de Diaby y Borja Bastón para la delantera siguen señalados en la agenda de los técnicos, que también permanecen atentos a los movimientos que se producen en el mercado y que podrían dejar a tiro a alguna opción más interesante.