Dos jornadas y el nerviosismo ya está instalado en la planta noble del Benito Villamarín. Y esto quedó patente ayer en la figura del presidente del Betis, Ángel Haro, con unas declaraciones, en la presentación de Brasanac, en las que culpaba a los medios de la crispación que existe en la afición bética, que pitó a su equipo al final de la primera parte y lo abroncó a la conclusión del choque tras ver una puesta en escena similar a muchos partidos mediocres de la pasada temporada. El comportamiento de la afición fue extraordinario, cargado de exigencia, pero Gustavo Poyet no entendió los pitos y Haro ya ve fantasmas donde no los hay: "Siempre soy muy respetuoso con todo tipo de críticas. Sí creo que hay críticas, y otras cosas que no son críticas, que están orquestadas para crear inestabilidad y división. El nivel de crispación que se está generando creo que no es justo ni apropiado porque crea ansiedad y no ayuda al equipo. A partir de ahí, creo que los béticos son bastante inteligentes y van a comportarse como siempre. Van a ser ese jugador número 12 que va a apoyar al equipo hasta las últimas consecuencias".

Ante el asombro de los presentes, Haro volvió a cargar contra los medios, en un tono que reflejaba su nerviosismo: "Hace un año estábamos en un proyecto preparando una rueda de prensa. Este Betis no se parece en nada al Betis de hace un año. Estamos cumpliendo muchas de las líneas de nuestro proyecto, pero el que más nos está costando es el de un Betis unido. Yo, desde aquí, pido unidad a los béticos. En absoluto estoy criticando a los béticos, ellos saben lo que tienen que hacer. Sí es verdad que hay unas líneas de comunicación que van encaminadas a desestabilizar el club y crear división, eso es evidente". Incluso, Haro comparó el partido del Deportivo del pasado viernes con el de la pasada temporada (1-2), en otra prueba más de una salida de tono sorprendente: "La pasada temporada, cuando jugamos contra el RC Deportivo, perdimos 1-2 y el Deportivo manejó el encuentro de una manera clara. El partido del otro día no fue así. Evidentemente es un equipo nuevo, tiene que hacerse. Todavía no está en el nivel que queremos que esté, eso es evidente. Pero decir que este equipo y que este proyecto deportivo es el mismo del año pasado me parece que no es acorde a la realidad".

Por último, Haro pidió paciencia e insistió en que, bajo su punto de vista, las críticas realizadas al Betis tras dos pésimos partidos en el inicio de Liga son exageradas y desmedidas: "Venimos de unos años en los que estamos quemados, pero no se puede juzgar un proyecto deportivo después de dos partidos. No es decirles a los béticos que tenemos que conformarnos, sino que no es razonable que juzgue un proyecto deportivo después de dos partidos. Tampoco aporta nada nuevo. Los jugadores, no porque se les critique más van a salir mejor. Creo que hay que tener cierta paciencia, criticar cuando se vea que el equipo no juega bien pero hay que esperar un poquito".

Así finalizó un acto en el que la figura de Ángel Haro perdió muchos puntos para buena parte de una afición que tras mostrar su descontento y exigir -algo necesario para alcanzar la excelencia- pudo comprobar ayer un nuevo capítulo que recordó a una época no muy lejana.