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Escrutando a Dani Ceballos

  • El utrerano pierde protagonismo en el equipo un año después de su complicada renovación. En las nueve primeras jornadas sólo ha disputado el 25% de los minutos. Su cotización en el mercado sigue siendo alta.

Tras una pretemporada en la que pareció dar ese paso adelante que se le exigía, Dani Ceballos ha quedado relegado en los planes de Gustavo Poyet. Poco más de un año después de su renovación -anunciada por el club verdiblanco el 15 de octubre de 2015-, el utrerano desempeña ahora un rol secundario e incluso sus ausencias en las alineaciones han dejado de ser cuestionadas por aquello de convertirse casi en norma cada jornada.

Que el fútbol no tiene memoria es una de sus frases tópicas más repetidas, pero esta cuestión incluso se repite con más asiduidad en el actual Betis. Presidentes, directores deportivos, entrenadores y jugadores pasan de salvadores a forajidos en cuestión de meses, con esa capacidad devoradora que posee un club tan ciclotímico como este Betis.

Dani Ceballos comenzó esta pretemporada con la pretensión de consolidarse tanto en el equipo verdiblanco como en Primera. Adelantó su puesta a punto, llegó a los entrenamientos más fino que nunca e incluso en los primeros amistosos se convirtió en el faro del equipo. "Poyet me ha pedido que marque diez goles", repetía entonces el utrerano, que estaba llamado a ocupar un lugar principal en los planes del entrenador. "Me representa en el campo", indicó incluso el propio Poyet, quien poco a poco fue desplazando a Dani Ceballos del teórico once titular para darle sitio al entonces recién recuperado Felipe Gutiérrez.

El comienzo de Liga tampoco trajo buenas noticias para el canterano. Su escasa continuidad lo llevó a encerrarse en sí mismo y no fue hasta la séptima jornada ante la Real Sociedad cuando Dani Ceballos salió por vez primera en el once titular. El mal partido del utrerano, como el del resto del equipo, lo dejó fuera ante el Real Madrid -entró ya con 1-5 en el marcador- y también frente a Osasuna.

Jugadores como Jonas Martin -que ha participado menos por su lesión-, Felipe Gutiérrez o Brasanac aparecen por delante del utrerano en la libreta del entrenador. Con apenas 202 minutos disputados en cinco encuentros -el 25% de los totales de la Liga-, Dani Ceballos es el decimosexto jugador del Betis en cuanto a su presencia en el equipo, un dato que contrasta con su valor en el mercado.

El utrerano, según el portal especializado transfermarkt.es, es el segundo jugador más valorado de la plantilla verdiblanca -seis millones de euros-, sólo superado por el paraguayo Sanabria (7,5) e igualada con el meta Antonio Adán. De hecho, el verano pasado numerosos equipos sondearon la situación del utrerano -el diario AS informó esta semana del seguimiento que le viene realizando el Atlético de Madrid-, pero se encontraron con la negativa tanto del jugador, que entendía que su presente estaba en Heliópolis, como del propio club, que el pasado año realizó un esfuerzo importante para renovarlo con la idea de consolidarlo como un referente.

En las dos temporadas anteriores, y hasta con tres entrenadores distintos -Julio Velázquez, Pepe Mel y Juan Merino-, el canterano fue una pieza clave tanto en el ascenso -disputó 33 encuentros, anotó cinco goles y dio cinco asistencias- como en la permanencia -jugó 34 partidos, con dos asistencias-, de ahí que se le considerase uno de los principales valores de futuro.

Mientras tanto, el entorno más cercano de Dani Ceballos permanece tranquilo, a la espera de lo que suceda en las próximas semanas, aunque sus agentes, que mantienen una excelente relación con los dirigentes béticos -negociaron recientemente la renovación de Rubén Castro- sí están en permanente contacto con el club, al tratarse de un jugador con cartel en el mercado. Y es que pese a que su participación ha disminuido, el utrerano continúa siendo un fijo en la selección sub 21, al mismo tiempo que su nombre aparece como candidato al mejor mediocampista derecho de Fútbol Draft, el premio que reconoce a los mejores promesas nacionales.

Más allá de que Dani Ceballos todavía deba aprender conceptos del oficio de medio centro -sus ganas de agradar lo llevan a aparecer por excesivos lugares del campo-, su aportación se espera más decisiva en este Betis al que le falta fútbol en su medular. Poyet, por ahora, no piensa lo mismo, lo que ha provocado una progresiva pérdida de protagonismo del canterano justo un año después de su deseada renovación.

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