El barrio de Nuevo Amate (antiguo Regiones Devastadas) está más cerca de hacerse realidad. Tras sufrir el proyecto una paralización de ocho meses, el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, anunció ayer que el próximo miércoles se firmará la licencia de construcción que permitirá levantar 220 viviendas, donde se prevé que puedan regresar las familias ahora realojadas en otras zonas de la ciudad a finales de 2013. Las obras de demolición y reconstrucción de este barrio suponen un gasto de 17,5 millones de euros que correrá a cargo del Gobierno y la Junta. El Ayuntamiento sólo asume la gestión y la promoción del proyecto.

Después de ocho meses de paralización, la regenaración del antiguo barrio de Regiones Devastadas continúa. Tras la demolición de las viviendas y realojo de 220 familias, el próximo miércoles se firmará la licencia de construcción que permitirá ejecutar esta segunda fase, que supondrá una nueva configuración del barrio, rebautizado con el nombre de Nuevo Amate a petición de los vecinos. Zoido fue el encargado de anunciarlo junto al delegado de Urbanismo y Medio Ambiente, Maximiliano Vílchez; la delegada de Familia y Asuntos Sociales, Dolores de Pablos; y el delegado del distrito Cerro-Amate, José Miguel Luque.

Zoido no desaprovechó la ocasión para recordar que fue su partido político -entonces en la oposición- el que planteó la necesidad de revitalizar la zona y el que elevó tal petición al Parlamento. "Visité la zona en 2008, cuando las familias vivían en pisos apuntalados y con filtraciones. El Ministerio de Vivienda no había cumplido con su responsabilidad, por lo que en lugar de reparar los inmuebles, éstos tenían que ser demolidos por las deficiencias que presentaban y construir unos nuevos", señaló el alcalde hispalense. Lo cierto es que el timón de esta regeneración la tomó el anterior gobierno, cuando aún se encontraba como titular de Urbanismo Alfonso Rodríguez Gómez de Celis. Zoido, sin embargo, sólo se acordó de nombrar a sus predecesores en el Ayuntamiento para referirse a la paralización que ha sufrido el proyecto: "En el mes que llevamos de gobierno hemos eliminado todas las trabas que existían para la firma de la licencia". En concreto, la construcción de las 220 viviendas carecía del informe favorable de Bomberos y Medio Ambiente, requisitos que ahora han sido factibles -según Zoido- gracias a la labor del nuevo delegado de Urbanismo.

A partir del miércoles, por tanto, no habrá impedimento para levantar los cinco bloques de pisos que acogerán a las familias. Ayer mismo se podrían contemplar varias máquinas elminando los restos de cimientos de las antiguas viviendas y alisando el terreno dentro del inmenso solar que delimitan las calles San Juan de Ávila, Paulo Orosio y Carlos García Oviedo, donde se encontraban los antiguos pisos.

El proyecto elegido mediante concurso por la anterior dirección de Emvisesa (diseñado por un consorcio empresarial formado por Francos 40 e Infraestructura y Territorio) no se alterará, según garantizó Zoido. Dicho proyecto consta de cinco grandes bloques de pisos -de 20 metros de altura- con bajos comerciales, un centro independiente de uso terciario (para tiendas, bares y oficinas) y un gran espacio público. De esta forma, se pasará de una barriada degradada a un barrio de modernidad arquitectónica. Los inquilinos de estos pisos mantendrán las mismas condiciones de pago (1,80 euros al mes) al estar acogidos al régimen de renta antigua y por ser el 40% de los vecinos pensionistas con ingresos inferiores a los 400 euros mensuales.