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Sevilla

"Un señor calvo y con bigote termina pareciéndose a Aleixandre o a Franco"

  • Hijo de emigrantes, es uno de los tres autores del monumento a Aníbal González en la Plaza de España. En su faceta audiovisual acaba de recrear una Habana invadida por zombies.

SUS padres, un salmantino y una cordobesa, se conocieron en la emigración. Manuel Nieto (Verviers, Bélgica) fue niño belga, cordobés y después sevillano. Alcanzó la mayoría de edad en la Expo del 92 pero su especialidad es la del 29.

-¿Recuerda su primera visita a la Plaza de España?

-Nos hacíamos fotos en el banco de Córdoba. Recuerdo el parque. Una vez me perdí y le di un buen susto a mi madre. Me encantaba el monte Gurugú.

-¿Cómo surge su vocación?

-Mi abuelo paterno era muy buen dibujante. Mi padre también, aunque trabajaba en la fabricación de componentes para las pistolas del ejército belga. De pequeño me enganché al cómic, al dibujo. Mi padre me compraba los cuadernos de Freixas.

-Es uno de los tres autores de la estatua de Aníbal González. ¿No le interesó la Arquitectura?

-Siempre me gustó y tuve la ilusión de hacer la carrera de Arquitecto, pero era muy malo para las Matemáticas y la Física.

-¿Es escultor a tiempo parcial?

-Trabajé de grafista y mezclador en televisión, después me dediqué a la museología y ahora soy director de arte de efectos especiales. Acabamos de terminar una película, Juan de los muertos, que dirige el cubano Alejandro Brugués. He hecho la simulación de una Habana en ruinas y apocalíptica, porque cuenta el apocalipsis de los zombies.

-¿Se llevan bien una actividad estática como la escultura y otra dinámica como la audiovisual?

-La síntesis es la escultura digital. A todo escultor le gusta tocar los materiales, el barro, la resina, el mármol, la escayola, pero la técnica digital te facilita las cosas. La cabeza y el cuerpo de Aníbal González los hicimos por separado y los ensamblamos por ordenador.

-En el corazón del clasicismo...

-Hemos utilizado una técnica, la saca de puntos, que es geometría pura y ya la utilizaban los egipcios. Se trata de hacer dos cajas, una para la pieza original, otra en proporción para la copia.

-¿Y el sombrero?

-Era del abuelo de mi mujer. La ventaja de trabajar a cuatro manos con Guillermo, mi socio, es que nos probábamos el abrigo y el sombrero, uno modelo del otro.

-A falta del original...

-Nos ayudó mucho Aníbal González, el nieto dentista del arquitecto. Nos dejó algunas fotos, dice que su padre tenía los mismos rasgos que su abuelo.Y nos hizo sugerencias para la mandíbula, los labios y la dentadura.

-El boceto de la cabeza se parece mucho al de Vicente Aleixandre en los jardines Cristina...

-Nos lo han dicho. Con esa composición de señor de cierta edad, calvo y sin bigote, terminan pareciéndose a Aleixandre o a Franco. En fases del proyecto, decías: si se parece a Franco de mayor.

-En su tarjeta profesional consta como Titus Magnificus...

-El nombre me lo sugirió un sketch de La vida de Brian. El personaje era para un proyecto de marionetas que al final no salió, pero me lo quedé como tarjeta de presentación, mi heterónimo.

-Después de esculpir a Aníbal González, ¿no le gustaría hacer el monumento de Pellón, el comisario de la Exposición del 92?

-No recuerdo su cara, recuerdo su nombre. Yo cumplí 18 años en la Expo. Los recuerdos que tengo son de la noche. Los conciertos, los bares, pabellones vi pocos.

-¿Conserva familia en Bélgica?

-Algunos primos de mi madre que se fueron antes se quedaron allí. Sus hijos ya son belgas.

-¿Quién inspira más temor allí, el duque de Alba o Alatriste?

-Alatriste me gusta mucho. He leído casi todas las novelas. Los belgas tienen sus propios problemas. Tal como está el país, no les preocupa mucho la historia. Esa leyenda, si existe, es más propia de los holandeses.

-Bélgica eliminó a España en el Mundial de México 86 y España se vengó en el de Italia 90. ¿Con quién iba usted?

-En el primero de esos partidos tenía 12 años, media vida en cada país, pero no tenía mucho espíritu belga. Soy un sevillano un poco raro. No me gusta la Semana Santa ni la Feria ni el fútbol. Tengo poco tema de conversación en un entorno habitual. Todos mis amigos son de ese corte. En imaginería sólo hice una incursión, la cabeza de un Cristo para unos alumnos de Modelado. Y una copia de un Cautivo de Castillo Lastrucci que me pidió un cofrade.

-¿Han tapado la estatua para el rodaje de la película El dictador?

-No ha hecho falta. La peana les vino muy bien para los planos.

-¿Qué es lo que más le gusta del monumento?

-Lo que no se ve. Ganamos el concurso y Aníbal vino con un pan debajo del brazo. Haciendo el proyecto, los tres autores fuimos padres. Modelamos en barro las manitas de los tres niños -Guillermo, Irene, Alejandra- y dejamos sus huellas en los bajos del abrigo.

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