Tras un verano sumamente trágico en las carreteras sevillanas, con 24 personas fallecidas en 16 accidentes de tráfico, los familiares de las víctimas reclaman más concienciación al volante y, sobre todo, mucha mano dura para evitar que se produzcan nuevos siniestros. "La situación está muy mal", asegura María Ángeles Villafranca, delegada y portavoz en Andalucía de Stop Accidentes, una asociación de ayuda y orientación a los afectados por los accidentes de tráfico. En esta ONG tienen muy claro cuáles son las pautas a seguir para disminuir el número de muertos en las carreteras: "Sobre todo que las personas sean conscientes del peligro y la responsabilidad que conlleva conducir. Por muchas campañas que se hagan, sino se incide en esto, todo esfuerzo será inútil".

Para esta asociación de familiares y amigos de víctimas de accidentes, la rebaja del límite de velocidad en autovías y autopistas a 110 kilómetros fue una medida importante que trajo consigo un descenso de los siniestros: "Fue algo generalizado. Bajaron los accidentes. Más claro no se pudo ver. Ahora, otra vez con 120, las personas se lo toman con una libertad absoluta". Otra de las reclamaciones que hacen es incidir en la formación de los conductores, en ocasiones deficientes y señalan directamente a las auto escuelas: "Los jóvenes deben salir mucho más formados. Se limitan a preparar sólo para obtener el aprobado, no para aprender educación vial". Ese aprendizaje sería fundamental para evitar ciertas acciones que están ocasionando muchas colisiones: "Mirar el móvil, poner la radio, fumar... el vehículo sigue en marcha mientras tanto y puede ser fatal. La mayoría de los accidentes son por distracciones de este tipo".

A las administraciones reclaman un estudio de cada carretera para mejorar los puntos negros y mano dura para los infractores: "La red de secundaria está muy abandonada. Hay muchas nacionales en las que no se puede ir a 90. No se puede generalizar". A pesar de que se están identificando los puntos negros, lamentan que no haya dinero para eliminarlos: "Se dijo que las multas se iban a dedicar a las víctimas y para estos arreglos, pero no es así". También exigen que se actúe con todas las consecuencias a la hora de castigar a los infractores: "Los castigos se tienen que cumplir porque la gente reaccionaría de otra manera. Que le pregunten a las familias de las víctimas si su hijo quería morir ese día".

Como medida preventiva piden una mayor presencia de la Guardia Civil en las carreteras para "meter miedo" a los conductores: "Yo se lo comento a ellos en las reuniones. Hacen falta más controles. Es automático que todos levantamos el pie del acelerador cuando los vemos, máxime cuando muchos radares nos funcionan".

Conscientes de que los accidentes no se pueden evitar completamente, sí piden ese esfuerzo colectivo que suponga una drástica disminución: "No hablamos de una gripe que se cura. Los accidentes dejan familias destrozadas para toda la vida".

En el Real Automóvil Club de España (RACE) han constatado una mayor siniestralidad, sobre todo en carreteras secundarias, así al menos lo asegura Luis Núñez, su responsable en Sevilla: "Habría que moderar más la velocidad en vías nacionales. Según lo que comprobamos nosotros por nuestros socios hay más choques con otros conductores".

Para el RACE es fundamental incidir en respetar la distancia de seguridad para evitar muchas colisiones: "Así se lo hacemos ver a nuestros socios en las informaciones sobre seguridad vial que les mandamos periódicamente". En los que no coinciden con la asociación de víctimas es en la reducción del límite de velocidad: "Fue un grave error. En autovía ir a 110 produce somnolencia y apatía, por lo que es un motivo más de accidente. No estamos de acuerdo en eso".

Desde la asociación de consumidores Facua piden un estudio a las administraciones para ver si el desdoble o la actuación en ciertas carreteras, a pesar de la inversión, podría acarrear una mejora en la movilidad y la comodidad de los conductores, y con ello una disminución de los accidentes.