El proyecto de presupuestos de la Junta para 2012 que aprobará el Parlamento a finales de diciembre cuenta con un 10% menos de inversiones reales para la comunidad, y no cuantifica las cantidades que recibirá Sevilla ni ninguna otra provincia andaluza de esos 4.854 millones de euros, algo insólito que provocó ayer las quejas de la prensa, de la oposición parlamentaria (PP e IU) y de la patronal de constructores sevillanos Gaesco.

El Gobierno andaluz sólo promete seguir adelante con las obras sevillanas ya iniciadas el año pasado, sin dar más detalles de qué cantidad económica recibirán y en qué plazos, y no ofrece ninguna garantía de que se puedan iniciar obras nuevas. "Se va a gastar en función de la ejecución de obras", trató de aclarar la consejera de Salud en rueda de prensa. Las nuevas obras de envergadura dependerán de la colaboración de capital público-privado que tan pobres resultados ha dado a la Junta en estos años de crisis y de que sobren partidas que no se gastan.

Para financiar proyectos a medias con los privados, la Junta ha previsto una partida de 565,6 millones de euros de la que podrían tirar todas las provincias para las grandes obras de infraestructuras, transportes metropolitanos y puertos, entre otras.

Obras tan esperadas como las líneas 2, 3 y 4 que quedan del Metro de Sevilla están en el aire. La memoria del presupuesto de la Consejería de Obras Públicas y Vivienda omite cualquier referencia a nueva construcción. Sólo dice que en 2012 se cerrará definitivamente la redacción y aprobación de los proyectos de las tres líneas para "iniciar el proceso de licitación" ligado al concurso público, que no implica adjudicación de obra.

En la rueda de prensa, la delegada de la Junta en Sevilla, Carmen Tovar, explicó ayer que en los presupuestos hay 52 millones para mantener la línea 1 del Metro, pero no hay dinero para las tres líneas a la vez. Sólo la 3 podría acogerse, según Tovar, a la partida andaluza global de financiación público-privada si surgen empresas interesadas en participar, algo improbable.

"Todas las obras que el año pasado se iniciaron continuarán con su anualidad comprometida. No se para ninguna inversión iniciada", dijo la consejera de Salud María Jesús Montero, quien admitió que la situación económica de crisis ha llevado a la Junta a no detallar las inversiones por provincia y negó que este hecho se deba a una falta de valentía para priorizar las obras más importantes de cada territorio.

En Sevilla, el Gobierno andaluz quiere dar continuidad a varias obras: la ampliación del centro de transportes de Majarabique, la Ronda Urbana Sur de Mairena del Aljarafe y la redacción del proyecto de variante en la A-432 por Cazalla. Quiere seguir en Écija con las obras del encauzamiento del arroyo Argamasilla y licitar las obras de los institutos de Secundaria de Palomares del Río y Sevilla Este.

La consejera rechazó que se puedan dar desigualdades en el reparto de inversiones si el único criterio es ir gastando a medida que las obras se van ejecutando. "El Gobierno andaluz siempre ha distribuido el presupuesto de forma justa. El equilibrio del presupuesto no depende de la provincialización, sino de la sensibilidad y de la prioridad que se le dé", concluyó Montero, para quien este método de repartir las inversiones es "más honrado que hacer anuncios grandilocuentes".

La patronal de los promotores y constructores de Sevilla denunció ayer que el proyecto de presupuestos andaluces es "la puntilla" para numerosas empresas del sector. Su presidente, Miguel Rus, advirtió que la obra pública queda relegada a una situación de "improvisación". "Esto no tiene ningún precedente. Las empresas contaban con unas carteras a las que se agarraban como salvavidas" y ahora afrontan un escenario de "desconfianza y desconcierto".