Sevilla contará dentro de dos años con un nuevo espacio para conocer su historia. Se trata de la cripta en la que se exhibirán los restos arqueológicos encontrados bajo el Patio de Banderas en las excavaciones que se han llevado a cabo desde 1974. El alcalde de la ciudad, Juan Ignacio Zoido, adelantó que este proyecto estará concluido a finales de 2014 y que contará, además, con un centro de intrepretación en una de las casas de dicho enclave que servirá de entrada a la cripta. En la excavación más reciente -a punto de concluir- se han hallado ruinas romanas, paleocristianas e islámicas. Veinte siglos bajo tierra que ahora ven la luz.

El proyecto de la cripta está siendo redactado ya por la Gerencia de Urbanismo, bajo la dirección de Juan García Gil, según avanzó este jueves el arqueólogo de las excavaciones, Miguel Ángel Tabales, quien acompañó a Zoido y al delegado del Real Alcázar, Javier Landa, en la visita que realizaron a los trabajos. El primer edil hispalense avanzó que el proyecto se dará a conocer en septiembre. Posteriormente se abrirá el plazo de presentación para un concurso público del que saldrá la empresa adjudicataria de las obras, que comenzarán en marzo de 2013 con un plazo de ejecución de 20 meses, por lo que acabarán antes de que finalice 2014.

La inversión prevista para este nuevo espacio es de 3,5 millones de euros. La cripta se encontraría bajo rasante y no afectaría al estado del Patio de Banderas, que guardaría su fisonomía actual. Este recinto expositivo tendrá una extensión de 600 metros cuadrados y en él se mostrarán los restos hallados en las excavaciones recientes -más cercanas al Alcázar- y las que se llevaron a cabo en 1974 por parte del arqueólogo Manuel Bendala (en el perímetro próximo a la Plaza del Triunfo). Los visitantes -a diferencia del Antiquariumdel Metropol Parasol- discurrirán al mismo rasante que los restos. A la cripta, a la que se accederá por un túnel, se une el centro de interpretación que se instalará en la vivienda número 15 del Patio de Banderas, que tendrá que ser cedida por Patrimonio Nacional para tal fin.

Por ahora, está a punto de concluir la segunda fase de la excavación, en la que se ha llegado hasta los cuatro metros bajo la cota actual, lo que ha supuesto un coste cercano a los 600.000 euros. Para junio se prevé que comience la siguiente fase, en la que se excavarán dos metros más de profundidad con la intención de encontrar restos de la época del Hierro, cuando la ciudad empezó a estar habitada por los fenicios. En dichos trabajos -en los que intervienen ocho técnicos más una decena de colaboradores universitarios- se invertirán 234.800 euros.

Tabales explicó que las diferentes cotas que se han excavado han dado como resultado el hallazgo de restos pertenecientes a distintas épocas de la historia sevillana. De esta forma, a un metro de profundidad del rasante actual del Patio de Banderas -estabilizado en 1929 para la Exposición Iberoamericana- los arqueólogos se han encontrado con parte de viviendas árabes, datables en el siglo XI. A una profundidad de casi dos metros los vestigios aparecidos pertenecen a la Sevilla visigoda (S. V), de la que son de especial interés elementos decorativos de carácter religioso. A una cota un poco inferior se hallan restos romanos de la época imperial (S. II). La siguiente etapa histórica se encuentra ya a cuatro metros y medio de profundidad y en ella se han encontrado materiales y restos de viviendas propias del siglo I antes de Cristo, coincidentes con la república romana. La intención es continuar excavando dos metros más hasta llegar a la época fenicia, cuando Sevilla comenzó a ser habitada.

El hecho de que haya tanta diferencia entre las cotas obedece -según Tabales- a la cercanía que tenían estos edificios con el río, que por aquel entonces discurría a escasos metros de este lugar, por lo que el rasante iba ganando en altura conforme el Guadalquivir se iba alejando de las viviendas. De cualquier modo, Tabales aclara que este enclave se encontraba extramuros de la ciudad y que no fue hasta la época musulmana, con la construcción del Alcázar, cuando queda integrado en el casco urbano. Además de los edificios encontrados -muchos de ellos dedicados al almacenamiento por la proximidad con el puerto-, también se han hallado multitud de materiales, principalmente productos cerámicos de las distintas épocas, monedas, elementos religiosos, cornisas y teselas de mosaicos.

De los distintos periodos cobra especial importancia el correspondiente a la Sevilla visigoda, ya que en la excavación de 1974 Bendala apuntaba la posibilidad de que bajo el Patio de Banderas se encontrara la basílica paleocristiana de San Vicente, una de las tres que existían en aquella época en la ciudad y en la que estuvo enterrado San Isidoro. Las excavaciones, por ahora, sólo demuestran la cercanía de dicho templo debido a la cantidad de tumbas encontradas (llegan hasta el Palacio de San Telmo) y a los diferentes objetos religiosos hallados, como relicarios y bases de mesa de altar. En el centro de interpretación se detallará la importancia de cada una de estas etapas.