La Gerencia de Urbanismo que dirige el concejal Maximiliano Vílchez está tramitando ya la licencia de construcción de un aparcamiento provisional en superficie en el solar del antiguo mercado de la Encarnación, según confirmaron a este periódico fuentes municipales. El permiso está pendiente únicamente de un informe urbanístico.

Las tareas de derribo también están completadas y el solar listo para ser urbanizado con una capa de asfalto sobre la que pintar los huecos de los vehículos y una mínima caseta de servicio.

La licencia ha sido solicitada por la familia Almero, propietaria del terreno. Es para un aparcamiento provisional en superficie cuyo uso es compatible con la normativa urbanística vigente de Sevilla. El gobierno local aclara que esta provisionalidad es precisamente la que permite que este aparcamiento no incumpla la limitación que marca el PGOU respecto a la total prohibición de nuevos aparcamientos rotatorios en el centro histórico de Sevilla.

Los vecinos de la zona calculan que el solar daría para acoger un mínimo de 200 coches. Esta nueva infraestructura obligará a abrir nuevas vías de acceso para los vehículos por el lateral de la Encarnación que ahora está ocupado por decenas de sillas y mesas de veladores de los bares que abrieron en los locales comerciales del edificio de Metropol Parasol, gestionado por Sacyr.

La apertura al tráfico de este lateral de la plaza peatonalizada cumpliría con una de las reivindicaciones más repetidas por los residentes y comerciantes de Regina y su entorno: que la plaza vuelva a tener tránsito de coches en todo su perímetro. Los vecinos se quejan de que se han cerrado las vías para acceder en coche por el lateral de la plaza de la Encarnación más próximo a la calle Alcázares y ahora ocupado por gran cantidad de veladores.

Los vecinos llevan años pidiendo al Ayuntamiento que habilite algún lugar para dejar los coches y rememoran los años cuando el el enorme solar donde ahora se levantan el mercado actual, los restos del Antiquarium y la pasarela panorámica era un espléndido terreno que albergaba espacio para 500 coches.

"El lateral de la Encarnación que hace esquina con la óptica tiene que estar abierto. Es el único acceso que teníamos los comercios de la calle Regina y su entorno. Los veladores han cortado este paso y a los demás comercios los veladores no nos aportan nada", se queja José Basalo, el dueño de la cuchillería Regina. "Esto tiene que ser una ruta para que todo el mundo pueda acceder y paliar esta carencia de la obra de las setas: para mí el fracaso de la obra", lamenta Basalo. Este comerciante recalca que un aparcamiento en superficie y la calle abierta otra vez al tráfico sería una gran aportación de riqueza para la zona.