Sevilla

"Los arquitectos no podemos estar callados de forma permanente"

  • El urbanista que encabeza la lista que aspira a transformar el Colegio de Arquitectos defiende una institución profesional más "horizontal", abierta a la sociedad y con criterio propio

-¿Por qué nace su candidatura?

-Se gestó en charlas y encuentros entre compañeros, aunque se materializó tarde porque formar una lista es difícil. Somos gente diversa, joven, con ganas y con experiencia profesional e institucional. Con solidez. La candidatura es abierta desde su misma constitución al reunir a personas vinculadas a los distintos aspectos de la profesión.

-La pluralidad ¿en qué se notará?

-Se plasma en el equipo de vocalías, que para nosotros es trascendente. Les hemos puesto nombre ya para que los compañeros sepan quiénes se harán cargo de ellas. Luz Fernández Valderrama llevará el área de Investigación y Universidad para reforzar la colaboración entre Colegio y Escuela. Queremos cambiar el papel de la Fundación Fidas para acceder a los programas públicos y privados de investigación en urbanismo, territorio y arquitectura, ofreciendo a los colegiados vías de financiación. La investigación en Fidas ha sido escasa. Hay que potenciarla. También hay una vocalía de Vivienda, Urbanismo y Sostenibilidad, que llevará Carlos López Canto, para ayudar a los colegiados en los aspectos formativos de nuevos campos profesionales, como asuntos ambientales o de paisaje. Reforzaremos nuestra colaboración con las instituciones públicas y profesionales, desde otros colegios a promotores. No podemos dejar de hablar con todas estas entidades.

-¿Qué es eso de abrir el Colegio?

-Hemos pasado de una situación en la que el Colegio quería imponer su opinión en el ámbito político a otra en la que, en el ámbito social, no decimos nada. El Colegio tiene que emitir opiniones con fundamento. No pueden ser monolíticas, al haber otros criterios, pero sí ayudar a plantear ciertos interrogantes y líneas de actuación. Los arquitectos no podemos seguir permanentemente callados.

-Su opinión sobre los concursos.

-El arquitecto ejerce un papel social cuando aporta ideas, aunque no tenga resultados, porque la sociedad se nutre de ellas. Nuestro patrimonio son nuestras ideas. Por eso deben existir reglas en relación a los concursos que se convocan. Debe haber claridad y unas reglas mínimas de juego. Hay que montar una Oficina de Concursos que ayude a los arquitectos en esta tarea. Se puede propiciar en determinados concursos la colaboración entre arquitectos jóvenes y otros más expertos, o con otros profesionales de otros ámbitos. También vemos necesario, en los concursos de asesoría técnica, un marco que regule las modalidades de contrato, porque ahora muchos arquitectos tienen que lidiar en solitario con la administración pertinente para llegar a acuerdos sensatos sobre su trabajo. Debe habe un marco sobre los plazos y los honorarios. No podemos estar asumiendo concursos que, por ejemplo, nos piden seguros por cinco veces el importe de los honorarios. Éstas son las cosas en las que el Colegio debe entrar. También deben regularse los convenios de oficinas de arquitectura en materia de responsabilidad civil. A los jóvenes hay que avalarles en determinados proyectos. La figura de los colaboradores no tiene reconocimiento jurídico pero sí, al menos, debería tenerlo en el ámbito curricular. Carmen Contreras se ocupará de esta vocalía de Concursos y Relaciones Institucionales, Miguel Villegas de la de los jóvenes y Luis Contador de la de Participación Colegial, porque no podemos permitir que haya asambleas donde vayan menos del 5% de los colegiados. Después pasa lo que pasa. Existen herramientas técnicas para facilitar el acceso a la información y comunicar que lo que deciden los colegiados tiene consecuencias. También trabajaremos en vías para salir al exterior a trabajar, incluida la cooperación. Cada una de estas vocalías formarán grupos de trabajo para abrir horizontalmente el Colegio y lograr que sea mucho menos jerárquico. Y hay otros temas, como la situación financiera de los estudios, seguir avanzando en conseguir visado digital o, en su caso, crear una asesoría laboral específica para los profesionales que trabajan en la administración pública. Tienen que ver que el Colegio les sirve para algo, no sólo está para sacarles el dinero.

-Mucho trabajo para tan pocos.

-Hablamos de no profesionar el Colegio en lo que se refiere a lo institucional. La gestión diaria la llevarán profesionales, quizás un gerente. Una junta de gobierno no es un consejo de administración ni el decano un director general. No deben vivir del colegio. Le deben prestar servicio. Hay que hacer un reglamento y revisar los estatutos. La democracia no puede quedar, como ahora con este sistema tan dudoso, al albur de la buena fe.

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