La ex vicepresidenta primera de Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha abogado en Sevilla por el papel del Estado y lo público y por el de la mujer para hacer frente a la crisis económica y política.

Durante una conferencia del ciclo 'Mujer y política' organizada por la Conferencia de Empresarios de Andalucía (CEA), Fernández de la Vega ha considerado de "urgencia" la recuperación de la confianza por parte de la ciudadanía hacia los poderes públicos del Estado y el ejercicio de la política, ya que "la política es el armazón del derecho".

De la Vega ha defendido que sólo se puede "afianzar" el sistema de derechos mediante la "confianza" y "luchando contra el miedo" hacia la enfermedad, la vejez y el empleo que tiene la sociedad, algo que sólo se puede hacer desde lo público.

"Debilitar lo público es debilitar la cohesión, la justicia y la igualdad", ha afirmado Fernández de la Vega, y ha defendido que el Estado de Bienestar "no es un lujo", ni "un refinamiento de la abundancia".

Según la ex vicepresidenta y miembro del Consejo de Estado, la igualdad es "el motor" del desarrollo económico y social tal y como afirman los indicadores de desarrollo humano, y en él tiene un papel fundamental la mujer tras el "proceso de autoconciencia" que ha llevado a cabo.

En este sentido, ha instado a las mujeres a "defender el territorio conquistado", recordando casos como el de Noruega, país que ha impulsado la presencia paritaria de las mujeres en los consejos de administración de las empresas desde 2002, cuando tenían una representación del 7 por ciento, con una ley de cuotas que, si bien ha sido "polémica", ha logrado una presencia del 44 por ciento de las mujeres y ha situado al país nórdico en el primer puesto en desarrollo humano según la ONU.

Por su parte, la consejera de la Presidencia de la Junta de Andalucía, Mar Moreno, ha presentado a la conferenciante y se ha referido a ella como un "referente" para las mujeres en la lucha por defender los derechos de las mismas, como el caso del aborto, calificando de "pesadilla" el volver a un debate que "creíamos en el cajón de la historia".