El líder de la patronal sevillana maduró el pasado fin de semana, el de las elecciones autonómicas, la idea de dimitir que se planteaba desde noviembre de 2011. Y ayer, en vísperas de la huelga general cintra la erforma laboral, comunicó que abandona la presidencia de la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES). Un año antes de acabar su segundo mandato, Antonio Galadí aprovechó la asamblea anual de empresarios para comunicar su decisión a todos, incluido su equipo, que también se sumó a su renuncia para convocar elecciones anticipadas el 23 de mayo.

Oficialmente, se va antes de 2013 por su decepción por el resultado electoral andaluz. De hecho, ayer se confesó incapaz de esperar el año que le queda. Y porque a sus 75 años prefiere que entre "savia nueva y mentes activas" en la confederación. Pero lo cierto es que su marcha tiene más coincidencias: sucede un día antes de la huelga general del 29-M contra la reforma laboral de Rajoy, con la crisis económica en pleno auge y en medio del proceso de unificación con la Cámara de Comercio de Sevilla, con la que, de momento, los empresarios deben compartir la céntrica sede de la Plaza de la Contratación.

Las primeras palabras de Galadí fueron ayer para mostrar su decepción por que el PP no pueda formar Gobierno tras los resultados electorales andaluces que han dado la mayoría de votos a la izquierda (PSOE-IU). Galadí dijo que le parecía "para echarse a temblar" que se presente en Andalucía una situación como la vivida con el último gobierno municipal de Alfredo Sánchez Monteseirín, con "los empresarios y los políticos distanciados en la forma de pensar y de actuar". Se refería a las tensas relaciones con el delegado de Empleo Carlos Vázquez, de IU, a quien los hosteleros y la CES declararon persona non grata por su supuesta participación en piquetes violentos en la pasada huelga general.

Galadí lo resumió en una frase: "No puede ser más opuesto el pensamiento de un inversor, un empresario, a vivir en Andalucía una situación similar a la vivida en Sevilla". Añadió que le parece una "utopía" que el nuevo Gobierno que salga de los pactos tenga el pensamiento puesto en el siglo XXI y en los momentos que estamos atravesando. En declaraciones a la prensa, el líder de los empresarios sevillanos reiteró que el resultado electoral no le ha gustado y que esperaba otro.

El presidente de la CES elogió las medidas de gobierno que está tomando Rajoy (techo de gasto, ley de transparencia, pago a proveedores y la reforma laboral "que tanto hemos pedido") y reclamó "una ley de huelga urgente" para acabar convocatorias como las de hoy que calificó como "sin sentido".

Mientras encendía un puro tras una asamblea en la que no pudo ocultar su emoción, Galadí descartó tajante que su dimisión tenga que ver con sus diferencias con el presidente de la Cámara de Comercio y vicepresidente de la CES, Francisco Herrero, aunque ambos tuvieran problemas años y meses atrás, pero no ahora. "Les aseguro que ahora no hay acuerdos dispares", espetó.

Esta hipótesis sobrevolaba ayer en el ambiente de la asamblea tras el reciente acuerdo, de 21 de marzo, de trasladar las oficinas de la CES a la sede de la Cámara de Comercio, para ahorrar costes de todo tipo. El gremio se prepara para la nueva legislación de las cámaras de Comercio.

Herrero también zanjó estos comentarios ante los empresarios admitiendo que ha tenido "disparidad de criterios con Galadí" y aclarando que "no tiene nada que ver su dimisión con el traslado del CES [a la sede de la Cámara], porque fue de común acuerdo". El presidente de la Cámara destacó el "orgullo" de haber tenido a Galadí al frente de la confederación durante estos siete años. Si Herrero es uno de los candidatos a sustituir a Galadí cuando éstos se nombren el próximo 17 de mayo, estos argumentos de ambas partes caerían por su peso.

Moisés Sampedro, secretario de la patronal, explicó que los candidatos deben estar al corriente de los pagos en la Confederación y concurrir con un equipo de cinco vicepresidentes y 10 vocales, así como tener avales de varias de las 130 asociaciones empresariales que conforman la patronal.

La renuncia de la cúpula de la patronal eclipsó ayer el balance de la institución que apunta que el porcentaje de empresas disueltas el año pasado fue superior al de nueva creación, más de 3.300.