EL martes cumplió 28 años. Uno más de los que tiene el musical Los Miserables que Alfonso Casado (Alcalá de Guadaíra, 1984) dirigirá en Londres a partir del 18 de junio.
-¿Cómo tan pronto tan lejos?
-El camino es largo. En el Conservatorio de Alcalá mi hermano estudiaba Clarinete y yo iba de oyente. A mi madre le gustaba muchísimo la copla. Organizaba sesiones de niñas en casa y yo las acompañaba al piano. Fui con mi prima al programa Veo, Veo de Teresa Rabal y el premio me lo dieron a mí. Cien mil pesetas con las que me pagué un curso de Piano en Lucena, Córdoba, donde me encontré a Ana Guijarro, que sería mi profesora en Madrid.
-Lucena está lejos de Londres...
-Yo me conformaba con Madrid. Allí me voy a hacer la carrera de Piano. Cuando llega el musical Gats, El fantasma de la ópera se quedó sin pianistas. Me presenté y me eligieron. Sean Aldeking, de Stage Enternaiment, me vio tocar el piano y me propuso ser asistente del director musical de Mamma Mía!. Con 18 años dirigí el primer musical en el Lope de Vega, pero de Madrid. Vinimos a Sevilla, a Fibes, en la gira por toda España.
-¿Qué cambia su vida?
-Sabíamos que venía a España Los Miserables. Nos presentamos seis pianistas al casting y me eligieron a mí. Estaba involucrado en otra historia. Nina me propuso ser el director de la academia de un nuevo proyecto de Operación Triunfo que no se llevó a cabo. Ella me animó a dar el salto.
-¿Qué supuso en su carrera?
-Hasta que llegó El Rey León, Los Miserables había batido todos los récords. Se estrenó en Londres el octubre de 1985.
-¿Supuso abandonar el piano?
-Mi trabajo ahora es de batuta, pero no dejo ni un día de tocarlo.
-¿Conocen sus paisanos esta faceta?
-Me llamaron para la puesta en marcha del teatro Riberas del Guadaíra. Pedí un día libre en Los Miserables para venir a Alcalá con Mamma Mía! Mi madre no cabía en el patio de butacas. Ahora van todos a Londres, menos mi hermana, que va a dar a luz, y mi abuela, que tiene casi 90 años.
-¿Leyó la obra de Víctor Hugo?
-La leí primero en español, en la gira de Mamma Mía! y ahora la estoy leyendo en inglés. Al Jean Valjan de la obra española, el argentino Geronimo Rauch, me lo llevo a Londres. A Javert, el policía que lo persigue, lo interpreta mi amigo Ignasi Vidal, un catalán que vive en la Resolana.
-Va a disfrutar de los Juegos Olímpicos de Londres...
-No soy muy deportista. Imagino que la ciudad se va a poner imposible. La conozco bien, porque el año pasado tenía una novia londinense y fui a verla unas 25 veces.
-¿Arsenal o Chelsea?
-No soy futbolero.
-¿Los panes tienen música?
-La de los trenes antiguos. Mi bisabuelo era panadero. Alcalá ha apostado por los polígonos y la industria. Ha llegado la hora de que lo haga también por la cultura.
-Estamos junto a los palcos de Semana Santa, el gran teatro del mundo...
-El 18 de marzo terminé Los Miserables en Barcelona y tenía ganas de vivir la Semana Santa. No soy religioso, y eso que estuve diez años en los Salesianos.
-¿Cómo se lleva con el inglés?
-Tengo una profesora nativa. Casi todos los creativos son ingleses o norteamericanos. He hecho la supervisión de las letras en español de El Rey León y hago ese trabajo con películas de Disney y series de Disney Chanel como Bob Esponja o Phineas & Ferb.
-¿Trabajo o vocación?
-Tengo la suerte de que mi gran vocación y mi pasión es mi trabajo. No es fácil. Vamos en contra de todo el mundo. No tenemos fines de semana, trabajamos los festivos, las noches. Y soy muy madrugador.
-¿Se hará a la vida en Londres?
-Con Londres me pasó lo mismo que con Torrelodones. Cuando vi la casa que me compré en Torrelodones, dije: ésta es mi casa. En Londres me pasó igual: ésta es mi ciudad. Si hago bien el trabajo y no me echan, espero vivir allí algunos años. Pero tendré que venir de vez en cuando para respirar el azahar.
-Como en la película 'Viridiana', su destino se cruzó con Teresa Rabal...
-La clave fue mi madre. De pequeña quería ser Marisol, pero mi abuelo la obligó a estudiar Magisterio. Dirigió el coro rociero de Alcalá, canta para reventar y con su grupo de niñas fuimos a la feria de Sevilla de Miami.
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