Un grupo de ciudadanos sevillanos, entre los que se encuentran arquitectos, historiadores y artistas locales, han constituido un plataforma para mostrar su desacuerdo con la iniciativa municipal de cubrir la zapata del malecón de Triana con azulejos "de sabor neorregionalista". Este colectivo, que ha conseguido en poco más de dos semanas la adhesión de más de 3.000 personas, considera que el proyecto es "anacrónico e innecesario" y que amenazan el equilibrio del paisaje urbano.

La colocación del azulejo fue anunciada el 22 de mayo por los concejales de Turismo y de Urbanismo y Medio Ambiente, junto con el delegado de Triana. El proyecto se presentó como una intervención en la margen derecha del río Guadalquivir, en Triana, entre el Club de Remo de Sevilla y el puente de Isabel II que consistiría en la instalación de tres murales con cerámica tradicional trianera cuyo objetivo es adecentar la zona y convertirla en un punto de atracción turística. De hecho, la idea se enmarca en el Plan Turístico de Sevilla, costará 60.000 euros y la intención concluir la actuación a finales de julio, en torno a la celebración de la Velá de Santa Ana.

Los miembros de la plataforma aseguran que no son inmovilistas, sino que simplemente se mueven por el sentido común. "La mejor restauración de una obra de arte es la que no se hace, pues es la mejor manera de conservarla en su estado original, que es lo que prima en algo que tiene valor artístico o histórico", se apunta en una carta abierta dirigida al alcalde, Juan Ignacio Zoido, quien ha contactado por las redes sociales con este colectivo.

Quienes se oponen no dudan de la buena fe del Ayuntamiento a la hora de buscar iniciativas que ayuden a reforzar el turismo y a rentabilizar las márgenes del Guadalquivir, pero apuestan por otro tipo de proyectos. "Creemos que lo que hay que fomentar en el río es el espacio público y el ocio en todas sus manifestaciones. Y a los muros centenarios, lo que hay que hacer es dejarlos descansar y mimarlos para que continúen estando en pie y sigan dándonos las alegrías que nos dan todos los días a los amantes de la belleza", apuntan desde la plataforma.

Entre quienes apoyan este grupo, muy activo en las redes sociales bajo el nombre de Salvemos Triana... y Sevilla, hay diferentes sensibilidades, pero todos coinciden en la necesidad de no tocar ese legado histórico. "En dos generaciones todo el mundo pensará que ese mural, cuyo diseño sale de una función de photoshop es del siglo XVIII", se critica algunos comentarios.

En el azulejo, de once metros de largo y cuatro de alto, se podrá leer el nombre del barrio con influencias del siglo XVI. A la derecha de este mural, se instalará un grabado histórico de Triana realizado de acuerdo a los apuntes del dibujante paisajista flamenco Anton van den Wyndaerde en 1567. Esta actuación cerámica, que también irá en tonos sepia, contará con una inversión del Ayuntamiento con fondos propios de 120.000 euros y se comenzará a instalar una vez termine el anterior. Estas dos actuaciones se completarán con una tercera, que se instalará en el lado izquierdo del mural en el que se plasmará el nombre del barrio y para la que aún no hay fecha cerrada. Ésta última representará una imagen de Sevilla vista desde Triana. Los murales cerámicos se han encargado a la empresa sevillana Cefoarte de Mensaque, con el objetivo, entre otros, de mantener la tradición de la cerámica trianera.

Esta movilización ciudadana pretende que la Junta se interese también por el proyecto y que el Ayuntamiento lo reconsidere.