Una juez de Sevilla ha abierto una investigación sobre presuntas irregularidades en la gestión de la empresa municipal de limpieza (Lipasam) durante el mandato anterior. En concreto, la investigación se centra en cinco contratos adjudicados por Lipasam a dos sociedades entre los años 2007 y 2011. El que fuera gerente de la empresa en este periodo, Rafael Pineda, fue detenido este martesy estuvo declarando por espacio de hora y media en la Jefatura Superior de Policía. La juez mantiene el secreto de sumario sobre el caso, por lo que apenas ha trascendido nada de las presuntas irregularidades. En principio, la Policía atribuye a Pineda los supuestos delitos de malversación de fondos públicos y falsedad documental.

La investigación, que lleva la unidad de Blanqueo de Capitales de la Policía Nacional, partiría de una denuncia formulada del Banco de España. Este organismo habría puesto en conocimiento de la Justicia unas supuestas irregularidades en las dos empresas a las que Lipasam adjudicó cinco contratos durante los cuatro años del último mandato de Alfredo Sánchez Monteseirín como alcalde de Sevilla. Las presuntas adjudicaciones fraudulentas que se están investigando ascenderían en total a unos 200.000 euros, según informaron este martes a este periódico fuentes del caso. Se trataría, por tanto, de contratos menores, ya que el presupuesto que manejaba Lipasam para compras era mucho más elevado que esta cantidad.

Según estas mismas fuentes, Pineda habría justificado ante la Policía Nacional todas sus actuaciones al frente de la empresa de limpieza en relación con estos contratos ahora bajo investigación. De acuerdo con esta versión, los cinco servicios habrían sido prestados por las dos sociedades investigadas, que habrían cumplido todos los contratos firmados con Lipasam y ejecutado los proyectos en su totalidad.

Pineda habría recalcado ante los agentes que le interrogaron que firmó los contratos con estas dos empresas porque existían informes favorables emitidos por parte del gabinete técnico que se encargaba de estos asuntos en la empresa municipal de limpieza.

En concreto, algunos de los contratos bajo sospecha se refieren a la recogida de aceite para reciclarlos en combustible biodiésel y a la búsqueda de contenedores de basura más baratos. Lipasam implantó la recogida selectiva de aceite usado y su transformación en biodiésel en el año 2008, un proyecto pionero en Andalucía que llegó a recibir incluso premios nacionales. En cuanto al cargo de falsedad documental, Pineda habría negado cualquier responsabilidad, ya que no era el encargado de tramitar la documentación de la empresa.

Las dos sociedades que se están investigando no sólo habrían prestado servicios a Lipasam sino también a otras entidades públicas del Aljarafe, incluso en municipios no gobernados por el PSOE. La investigación, que dirige la juez de Instrucción número 11 de Sevilla, lleva aproximadamente un año abierta, y durante todo este periodo se ha mantenido con el secreto declarado sobre las actuaciones. No ha trascendido, por tanto, si se han producido otras detenciones o se han practicado otras pruebas a lo largo de todo este periodo.

Pineda no fue detenido en su domicilio, sino que fue citado a declarar en la Jefatura Superior de Policía, en la avenida de Blas Infante, y una vez allí se le leyeron sus derechos y se le informó de que prestaría declaración formalmente en calidad de detenido. El interrogatorio se prolongó durante más de una hora y media, en la que Pineda estuvo asistido en todo momento por su abogado, el que fuera gerente de Urbanismo Miguel Ángel Millán. Una vez terminada la declaración, el ex gerente de Lipasam y ex concejal de Medio Ambiente en el Ayuntamiento de Sevilla fue puesto en libertad y pudo marcharse de la sede policial por su propio pie.

En la misma mañana de este martes, Pineda solicitó la baja temporal en el PSOE. Según fuentes próximas al ex gerente de Lipasam, no tiene previsto pedir su reingreso hasta que se esclarezca todo este asunto y finalice la investigación. La detención de Rafael Pineda se produce en un momento muy convulso para la empresa, cuyos trabajadores están llamados a una huelga en la recogida de basura a partir del próximo lunes 28 de enero y para la que ni siquiera hay todavía un acuerdo acerca de los servicios mínimos.