FERIA Toros en Sevilla en directo | Cayetano, Emilio de Justo y Ginés Marín en la Maestranza

Sevilla

Ahora quedan las yeserías

Con el acto celebrado ayer en Santa María la Blanca se pone fin a la parte más cara pero invisible de un proyecto de restauración que aún no se ha culminado.

Gracias a las obras dirigidas por el arquitecto Óscar Gil Delgado, el templo ha quedado a salvo de sus tres principales enemigos: la lluvia, la humedad que rezuma del suelo y las grietas que estaban apareciendo en las bóvedas y muros. Sin embargo, aún queda por acometer la que será la parte más lucida del proyecto, aquella que supondrá la intervención sobre el extraordinario conjunto de yeserías de los hermanos Pedro y Miguel Borja (al parecer con la colaboración de Pedro Roldán) y en las pinturas murales verticales que, según el historiador del Arte Teodoro Falcón, responden a un diseño de Bartolomé Esteban Murillo, un pintor que se implicó en el rediseño barroco del antiguo edificio gótico-mudéjar por encargo de su mecenas y amigo Justino Neve. Además, en esta tercera fase de la intervención se pretende instalar la iluminación artística y nuevos sistemas de megafonía y contraincendios.

La tercera y última fase de la restauración de Santa María la Blanca está presupuestada en 409.000 euros, una cantidad que aún hay que conseguir. En los últimos tiempos, la Archidiócesis de Sevilla y la Gerencia de Urbanismo han entablado conversaciones para estudiar la manera de sufragar una intervención sin la cual no se podría dar por concluida la restauración de este Bien de Interés Cultural. Por su parte, el consejero de Cultura de la Junta, Luciano Alonso, durante el acto de reapertura de la iglesia de ayer, aseguró que la administración andaluza tiene previsto participar en la restauración tanto de las yeserías como de las pinturas de los muros y los arcos del templo. Que esta colaboración se materialice donando dinero en metálico o poniendo a la disposición del proyecto a los técnicos y dependencias del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) es algo que está por ver.

Respecto a los plazos de esta última intervención, el párroco, Manuel Mateo, mostró ayer su intención de que los trabajos no comiencen hasta el próximo 2014. "Este año ya no habrá más obras", dijo el sacerdote con un gesto un tanto cansado. También dejó claro que tanto La Piedad de Luis de Vargas y la Sagrada Cena de Murillo -los dos mejores cuadros que permanecen en la iglesia tras el expolio del mariscal Soult-, que actualmente se encuentran en el Museo de Bellas Artes y en la parroquia de San Nicolás, respectivamente, no volverán por ahora al templo. El objetivo es ahorrar en los carísimos transportes de estas obras de arte que generarían unas nuevas obras.

Las yeserías barrocas de Santa María la Blanca están consideradas como una de las más importantes en su estilo y fijaron el canon que después se utilizaría con profusión en los camarines del siglo XVIII.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios