El Vía Crucis de la Fe organizado por el Consejo de Cofradías costó a la ciudad más de 120.000 euros. Pese a que se suspendieron las salidas de los pasos, el Ayuntamiento mantuvo la mayoría de los servicios municipales con el refuerzo que había activado los días previos, en el caso de Tussam y de Lipasam porque consideró que la afluencia de público era importante el en centro y que habría demanda. Pero no fue posible desmontar por completo el dispositivo policial, pues hubiera sido necesario hacerlo oficialmente por escrito y el margen de tiempo era ya muy corto para avisar a todos los agentes.

En productividades para los miembros de este cuerpo que trabajaron o tenían previsto hacerlo, el Consistorio abonará unos 60.000 euros, a los que hay que sumar otros 51.000 euros que costó el servicio extraordinario de la empresa municipal de transportes (Tussam) y los 12.000 euros más que el Ayuntamiento aportó como subvención para la celebración del evento.

En el caso de la Policía Local, el dispositivo especial para el Vía Crucis estaba compuesto por más de 300 agentes, cuando un estadillo ordinario de fin de semana no supera los 40 policías por turno. Los agentes que comenzaron en el servicio de la mañana se incorporaron a sus puestos con normalidad, patrullando por las inmediaciones de la Catedral y estableciendo puntos de corte de tráfico en las inmediaciones de los templos en los que estaban previstas salidas de pasos horas más tarde. Cuando el Consejo de Hermandades y Cofradías decidió suspender los traslados de las distintas hermandades a la Catedral, la Jefatura de la Policía Local comenzó a llamar a los agentes que debían incorporarse a las dos de la tarde para que no fueran al trabajo.

Ni siquiera pudieron localizarlos a todos, por lo que hubo agentes que se presentaron en sus puestos y a los que los jefes les comunicaron que debían volverse a sus casas. Quedaba, por tanto, el servicio como si se tratase de un fin de semana normal. A pesar de ello, el Ayuntamiento abonará la productividad completa a los policías, según informaron ayer a este periódico fuentes municipales, ya que para desconvocar este dispositivo habría que hacerlo con cierta antelación y con una comunicación oficial mediante burofax.

En total serán unos 60.000 euros la cantidad que será pagada, a una media de unos 200 euros por agente -los mandos perciben más que los policías rasos-. El Sindicato Profesional de Policías Municipales de España (Sppme) en Sevilla lamentó este lunes en su página web lo ocurrido y la forma en la que los agentes fueron obligados a volver a sus casas. "Mientras que ningún otro operativo municipal ha sido suspendido, a los policías locales se les han mandado para sus casas. Esto debería haber estado previsto, pero una vez más nuestra Jefatura improvisa", aseguraba el sindicato mayoritario.

La Policía Nacional actuó de la misma forma, suspendiendo el servicio al mediodía a unos policías que estaban disponibles durante todo el fin de semana para un dispositivo similar al de una visita del Papa, con más de 200 funcionarios sólo de la Unidad de Intervención Policial. En este caso no acarrea coste económico ya que los policías nacionales perciben su gratificación en días de descanso, si bien esperan recibirlos, ya que a muchos se les denegaron incluso los días de asuntos propios.

En cuanto a Tussam, el coste del servicio fue de 151.000 euros, lo que supone 51.000 euros más que un domingo normal. Mientras que una jornada ordinaria el servicio de autobuses y tranvía es usado por una media de 90.000 personas, el domingo pasado fueron unos 110.000 los viajeros.

En este balance no están los datos de Lipasam, que mantuvo el refuerzo aunque no fue necesario utilizar máquinas como las especiales para retirar la cera, ni el coste de las cámaras de videovigilancia instaladas en la Avenida.