Sevilla

Uno de los comerciantes asesinados en México era de las Tres Mil Viviendas

  • Fernando Carmona y José Montoya llevaban meses en el país y se dedicaban a la venta ambulante. Podrían haber ido a Sinaloa para hacer una operación de compraventa de oro.

Uno de los dos comerciantes españoles asesinados en México la pasada semana residía en Sevilla y se dedicaba a la venta ambulante. Se trata de Fernando Carmona Romero, de 57 años, que tenía su domicilio habitual en las Tres Mil Viviendas, concretamente en el conjunto 8 de la barriada Martínez Montañés, la zona del Polígono Sur que se conoce con el sobrenombre de Las Vegas. Este comerciante fue asesinado junto a José Montoya Lozada, de 58. Aunque pasaban la mayor parte del tiempo en Sevilla, ambos empresarios estaban empadronados en Madrid. Los dos comerciantes llevaban meses en México, país al que viajaban con cierta frecuencia para hacer negocios porque Carmona tenía familia allí. En esta ocasión, los empresarios podrían haberse desplazado al norte de México para realizar una operación de compraventa de oro cuando fueron asesinados. Otras fuentes consultadas apuntan a que los dos vendedores pudieron ser confundidos con miembros de algún grupo rival del de sus agresores.

Sus cuerpos se encontraron el pasado sábado en el maletero de un coche arrojado a un canal de riego del río Humaya, a las afueras del municipio de Culiacán, la capital del Estado de Sinaloa. Situada al noroeste del país, ésta es una de las zonas más violentas de México y con una fuerte presencia de los carteles de la droga. Los vendedores estaban desaparecidos desde la mañana del sábado anterior, el 4 de mayo, y la Policía mexicana los estaba buscando desde el día siguiente, cuando un familiar de Fernando Carmona denunció la desaparición ante la Procuraduría General de Justicia del Estado de Sinaloa (Pgjesin). El 10 de mayo, un día antes de que se descubrieran los cadáveres, el padre de José Montoya también presentó una denuncia en la Policía Nacional en Madrid por la desaparición de su hijo.

El subprocurador del estado de Sinaloa, Martín Robles Armenta, aseguró este lunes que los peritos han establecido que los asesinatos se cometieron el mismo 4 de mayo. Ese día, Carmona y Montoya salieron de su hotel de Culiacán sobre las 09:00 (hora local de México) y tenían previsto regresar cinco horas después para almorzar con el hermano de uno de ellos y otras personas.

Los comerciantes fueron asesinados "después de las 14:30", aunque los cuerpos no fueron localizados hasta el día 11 de mayo. Los cadáveres estaban dentro del Dodge Attitude con el que se desplazaban por México y que habían alquilado tiempo atrás en Guadalajara, al suroeste del distrito federal. Estaban esposados, con las manos hacia delante, y con señales de haber sido asesinados a balazos. Los autores del doble crimen se llevaron una cantidad "mínima de dinero" que portaban las víctimas y otros objetos personales.

El coche fue descubierto en el canal la tarde del pasado sábado 11 de mayo, cuando un vecino de una zona próxima alertó a las autoridades de que había visto un coche flotando en el riachuelo. Una vez que fue sacado del agua, la Policía halló los cuerpos de Fernando Carmona y José Montoya ocultos en el maletero y en avanzado estado de descomposición.

Ambos comerciantes se ganaban la vida con la venta ambulante y habitualmente vendían ropa. Viajaban, junto con otras personas, en tres vehículos por el norte de México para vender productos textiles, principalmente chaquetas. En su viaje también tendrían previsto hacer una operación de compraventa de oro. Una de las furgonetas empleadas para sus desplazamientos apareció en un taller mecánico. Los empresarios se hospedaban en un hotel de una zona conocida como KZ4 de Culiacán y desde ahí hacían sus recorridos por distintas poblaciones para vender su mercancía.

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