Memoria de 2012

Los atendidos por Cáritas se triplican durante la crisis

  • Muchas parroquias están al borde del colapso por la demanda. El 65% del presupuesto de 2012 se destinó a satisfacer necesidades básicas Las donaciones aumentaron un 19%.

El drama humano de la crisis. Así podrían titular los 2.100 voluntarios que colaboran con Cáritas en la provincia sevillana el drama que se vive en muchas familias desde que a finales de 2007 comenzara el declive económico. En este periodo se ha triplicado el número de atendidos por esta institución eclesiástica, el dato más evidente de la situación que azota a muchos hogares que se han quedado prácticamente sin recursos para satisfacer las necesidades básicas. 

Los datos ofrecidos ayer por el director de Cáritas en Sevilla, Felipe Cecilia, constituyen una prueba palpable de la dura realidad económica. El año pasado esta ONG católica atendió a 21.683 familias, lo que equivale a un total de 63.457 personas. Estas cifran suponen un aumento del 17,2% respecto al ejercicio anterior. Pero detrás de estos números hay auténticos dramas humanos. Tantos, que Cáritas se ha visto obligada a cambiar su filosofía de trabajo: "Preferimos enseñar a pescar antes que dar los peces", refería Juan Arredondo, secretario general de la institución, quien reconoce que el incremento desmesurado de peticiones les ha obligado a recurrir al "asistencialismo". 

Un hecho que demuestra esta modificación es que el 65% del presupuesto de Cáritas en 2012 se ha destinado a sufragar gastos en comida, ropa y pago de suministros en el hogar. En concreto, el dinero empleado en la atención primaria a las familias ha superado los 2,2 millones de euros, es decir, un 11,2% más que en 2011. De este montante, 1.079.948 euros sirvieron para comprar alimentos y vestidos, 373.888 euros a recibos y suministros y 315.534 euros para vivienda, entre otros. Respecto al último tipo de pago, Arredondo explicó que Cáritas no paga hipotecas, extremo que sólo se lleva a cabo "para evitar un desahucio". 

La falta de ingresos en las familias también se refleja en la distribución por tipo de demanda. La de alimentación y vestido acapara el 67,3%; seguida de la de orientación, con un 13;7%; y la de recibos y suministros, con un 7,6%. El número de intervenciones prestadas en 2012 fue de 84.902. 

Comparado con 2011, el incremento ha sido del 19%, pero si se toma como referencia 2006 -año previo al inicio de la crisis- el incremento en las actuaciones es del 172,54%. 

Esta cifra, pese a su importancia, aún es de menor envergadura respecto a la de personas asistidas desde el último ejercicio completo de prosperidad económica. Desde 2006 este dato ha aumentado un 275%, es decir, casi se han triplicado los sevillanos atendidos por Cáritas, lo que ha obligado también a que el presupuesto destinado para pagar las necesidades básicas se eleve un 52% desde 2008. 

En cuanto al perfil del demandante de ayuda, hay que tener en cuenta que de las 21.683 familias asistidas en 2012, el 72,6% son españolas, lo que supone un aumento del 27,4% respecto a 2011. Por personas, los atendidos en las cáritas sevillanas con nacionalidad española son 46.070 (el 72,6%), un 22,7% más que el ejercicio anterior. Por contra, el colectivo inmigrante muestra un claro retroceso en la población beneficiaria de la ONG católica. Así, en 2012 se atendió a 5.945 familias de origen extranjero (un 3,3% menos), mientras que individualmente se asistió a 17.387 inmigrantes (un 7% menos). Los responsables de Cáritas atribuyen esta disminución a la falta de perspectivas laborales de dicho colectivo en la provincia sevillana, lo que les obliga a volver a sus países de origen. No obstante, desde la institución se alerta de que la precariedad de estas familias ha empeorado. 

A la asistencia "primaria" se suman otras acciones desarrolladas por Cáritas a través servicios especializados como los que se prestan en el Centro Amigo, Nazaret, Vínculo, Centro Integral de Empleo, talleres de formación prelaboral, acciones de acompañamiento a mayores y apoyo a menores discapacitados. En ellos se atendió a 2.500 personas. 

La mayor parte de esta labor se afrontó gracias a la aportación de las comunidades cristianas de la Archidiócesis. Según el informe económico de la ONG, más del 70% de la financiación procede de los fieles, socios y donantes de la institución, cuya aportación aumentó casi un 19% en 2012. En concreto, 4,6 millones procedieron de Cáritas Diocesana y otros 2,6 millones de las Cáritas parroquiales. Felipe Cecilia hizo hincapié en la situación que se vive en muchas parroquias, "al borde del colapso en atención social". Según el director de Cáritas de Sevilla, en los cinco primeros meses del año muchas cáritas han invertido en atender a los necesitados todo lo que gastaron en 2012, lo que les ha obligado a recurrir al Fondo Común Diocesano. Esta situación, común en zonas de la capital en riesgo de exclusión social, empieza ahora a ser frecuente en el ámbito rural. 

El delegado episcopal de Cáritas, Francisco Ortiz, recordó que esta entidad "no es una ONG subvencionada" al subrayar que "recibimos muy pocas subvenciones de la Junta y las que nos dan tardan en llegar". Respecto a esta cuestión, aludió a la ayuda que aún se espera cobrar para un taller de FP creado en 2011. 

El Gobierno andaluz también saltó a la palestra al destacarse que nadie se había puesto en contacto con ellos para colaborar en el decreto contra la exclusión social , pese a que la consejera de Bienestar Social, María Jesús Montero, anunció que se contaría con organizaciones como ésta. La coordinadora de Cáritas, Rosa Rosal, incidió en los recortes sociales al subrayar que el año pasado hubo que pagar muchos medicamentos tras la implantación del copago sanitario, "por lo que algo noestá funcionando".

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