Sevilla

La Fiscalía investiga los últimos 30 casos de supuestos bebés robados

  • Encara la recta final de la investigación con los casos más sospechosos tras archivar 80 denuncias.

La Fiscalía de Sevilla ha comenzado a investigar las 30 últimas denuncias de las 110 que se han presentado por supuestos robos de bebé en los hospitales de la capital, tras haber archivado ya las 80 denuncias anteriores, según han confirmado a este periódico fuentes del Ministerio Público.

La investigación por los presuntos robos de bebé en los hospitales sevillanos se inició a principios de 2011, en el marco de las denuncias que se presentaron a nivel nacional, recogiéndose hasta 110 casos en los que las familias apuntaban que podrían haber sido objeto de un robo tras el nacimiento de algún hijo.

Después de una exhaustiva investigación, en la que ha participado una agente del grupo de Homicidios de la Policía Nacional, la Fiscalía ha acordado el archivo de las primeras 80 denuncias al haberse llegado a la conclusión de que no son supuestos de robo de bebés.

Tras el sobreseimiento de estos casos, el Ministerio Público encara ahora la recta final de la investigación, en la que se trata de esclarecer los últimos 30 casos, los que se consideras más "sospechosos o sugerentes" en cuanto a que se hayan podido producir circunstancias extrañas en torno a la muerte de los recién nacidos, según explicaron las mismas fuentes.

Se trata, además, de los supuestos más difíciles de investigar porque en algunos de los casos no hay constancia oficial o documental de que se hayan producido los enterramientos de los bebés supuestamente fallecidos. En otros casos, los familiares aportaron testimonios contradictorios, como el de alguna madre que relata que un enfermero le comentó que su hijo había nacido muerto cuando otro le había dicho antes que estaba vivo, por ejemplo.

En esta última fase de la investigación, la Fiscalía prevé que se tengan que tomar más declaraciones de testigos que en los 80 casos anteriores, por lo que las investigaciones tendrán que prolongarse todavía durante bastantes meses.

La investigación se enfrenta además al problema del tiempo que ha transcurrido desde que sucedieron los hechos, lo que hace más difícil la localización de muchas de las personas que podrían haber intervenido en el nacimiento de los bebés, dado que incluso algunos de los trabajadores sanitarios que participaron pueden haber fallecido debido a que la investigación se remonta incluso a más de medio siglo.

De hecho, los casos más antiguos que están sobre la mesa del fiscal designado para investigar estas denuncias son sendos fallecimientos de bebés que nacieron en el año 1958 en los hospitales Virgen del Rocío y de las Cinco Llagas, respectivamente. Aunque éstos son los casos más antiguos, entre la treintena de expedientes que van a ser revisados ahora se encuentran sobre todo nacimientos producidos en las décadas de los 60 y 70.

Entre las 80 denuncias que ya han sido archivadas hasta ahora figuran incluso casos más recientes, de supuestos robos de bebés que nacieron en 1987.

En junio pasado, la Fiscalía de Sevilla archivó otro caso de supuesto robo de un bebé después de haber llevado a cabo la exhumación de los restos del pequeño, de los que finalmente no se pudo extraer ADN para cotejarlo con el de sus padres. La exhumación se había llevado a cabo el 30 de noviembre de 2012 y aunque en principio se recuperaron restos, los expertos del Instituto de Toxicología han confirmado que no se había podido extraer ningún perfil genético de los mismos.

Los padres de este bebé habían denunciado que su hijo había sido robado al nacer, el 17 de octubre de 1992, en el hospital Virgen del Rocío, por lo que se solicitó la exhumación de los restos.

Esta exhumación fue la tercera que se produjo en el marco de la investigación iniciada hace más de dos años por el Ministerio Público en relación con el supuesto robo de bebés. La primera exhumación tuvo lugar en julio de 2011 y también resultó negativa, puesto que el lugar de enterramiento era una fosa común.

En la segunda exhumación, las pruebas de ADN corroboraron que el perfil genético se correspondía con el de los padres del bebé fallecido.

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