Un proyectil de la escopeta Franchi que portaba Antonio José G. B., hijo del coleta, mató presuntamente a Encarnación S. S., la niña de 7 años que murió el pasado 21 de agosto durante el tiroteo protagonizado por varios miembros del clan de la Perla. Eso es lo que sostienen dos informes de Balística que la Policía ha elaborado para completar la investigación del crimen que realiza el juzgado de Instrucción número 20 de Sevilla. A esos dos informes se unirá un tercero, que aún no se ha acabado y que probablemente irá en la misma línea que los dos anteriores.

Según los análisis realizados hasta el momento, el proyectil que acabó con la vida de la menor habría partido de la escopeta Franchi que aparece junto a esta información y que muestra un portavoz de la Policía Nacional.

Esa arma, según los testimonios de los propios implicados, era la que portaba Antonio José G. B., hijo del Coleta. Este joven reconoció en su declaración policial que portaba la escopeta cuando fueron a buscar al delincuente conocido como Faíto, que se hallaba en un piso junto al que residía la menor fallecida. Antonio José G. B. declaró, en concreto, que estaba "asustado" porque fueron recibidos a tiros y que por eso cogió la escopeta Franchi de color gris, con la que efectuó "cinco o seis disparos al aire" para defenderse.

Su padre, Antonio G. M., el Coleta, aseguró por su parte que él portaba una pistola de la marca Glock que fue recuperada en el piso de Mijas (Málaga) donde fueron detenidos tan sólo dos días después del crimen junto a otros miembros del clan familiar de La Perla.

Antonio G. M. admitió que él disparó ocho o nueve veces con la pistola, mientras que su hijo habría realizado otras tres detonaciones, y añadió que en todo caso siempre dispararon "al aire" no al bloque de viviendas donde se encontraba Faíto y contra el piso de al lado, donde se hallaba la menor que resultó muerta de un disparo.

El esposo de María del Carmen B. H., la Perla, afirmó que en la tarde del pasado 20 de agosto acudió al domicilio donde se encontraba Faíto, quien en mayo pasado había robado un cordón a su hijo. Según el Coleta, le acompañaban sólo cuatro familiares -su hijo Antonio José, dos cuñados y su hermano, apodado Mcgyver- y cuando se bajó del vehículo únicamente portaba un bate de béisbol.

El Coleta admitió que se dirigió a Faítoy a su hermano, insultando al primero y diciéndole que le iba a "matar" por el incidente con su hijo. Faíto y su hermano entraron en la vivienda y salieron por detrás del bloque, portando una pistola y una escopeta, según la versión de descargo ofrecida por el Coleta, que asegura que les dispararon e incluso recibieron algunos impactos en las piernas de "restos de postas".

Después cogieron ellos las armas y efectuaron esos disparos al aire, y se marcharon de las Tres Mil Viviendas porque un amigo suyo le había comentado que estaban "buscándole todos los gitanos de la familia de los Marianos y otros más para matarles". Su idea, continuó el Coleta en su relato, era dejar a su familia a salvo y presentarse ante la Policía para "aclarar lo sucedido". En cualquier caso, el Coleta, que está en prisión provisional por el homicidio de la menor, negó que aquella noche le acompañaran su yerno, otro de sus cuñados y por su puesto su mujer, María del Carmen B. H, matriarca del clan y conocida como la Perla.

La Policía mostró recientemente la escopeta de la que supuestamente partió el proyectil que mató a la niña, en el marco de la denominada Operación Desarme realizada en la barriada de las Tres Mil Viviendas contra el tráfico de armas y el tráfico de drogas. La Policía ha intervenido en los últimos meses diversas armas, algunas de ellas consideradas de guerra, como un rifle Cetme del calibre 307W o un fusil de asalto AK-47 Kalashnikov.