La comisionada para el Polígono Sur, María del Mar González, pidió ayer al Estado que asigne una partida presupuestaria para la construcción de la comisaría de la Policía Nacional en el barrio. El proyecto lleva años bloqueado y se mantendrá estancado durante el año 2014, ya que, en los Presupuestos Generales del Estado, el Ministerio del Interior no aportó ni un euro para obras de la Policía Nacional en la provincia de Sevilla.

González mantuvo ayer un encuentro con la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, al que también asistieron la subdelegada en Sevilla, Felisa Panadero, y el inspector jefe de la Unidad de Prevención y Respuesta (UPR) de la Policía Nacional en el Polígono Sur, Francisco José Domínguez Borja. Al término de la reunión, la comisionada apuntó que "se están produciendo avances que invitan al optimismo" y solicitó que haya consignación presupuestaria para las obras, a ser posible en el año 2015.

María del Mar González destacó el "esfuerzo" que ha hecho la Policía Nacional tras el tiroteo en el que murió la pequeña Encarnación S. S., de 7 años, que ha servido para "tranquilizar" el entorno. Para la comisionada, la seguridad en la zona es "nuclear y prioritaria", tanto para garantizar la convivencia como para sentar las bases para poder poner en marcha una serie de medidas relacionadas con las familias o con materias tan prioritarias como la educación y la salud.

"El barrio está mucho mejor que hace un mes", explicó la comisionada, que aseguró que ve "muy interesante" la coordinación entre los cuerpos policiales para mejorar la seguridad. "La impresión es que se está haciendo un esfuerzo grande y vamos avanzando en materia de seguridad", recordó González, que instó a que se refuerce el número de agentes para "hacer un abordaje integral" del problema de seguridad en el Polígono Sur.

La delegada del Gobierno dio detalles del dispositivo puesto en marcha tras el tiroteo del pasado agosto, que sigue implantado en el barrio. Este plan consiste en unas patrullas nocturnas con al menos dos coches vigilando el barrio, un punto fijo de vigilancia en las viviendas abandonadas por el clan de la Perla, responsable del crimen, controles de las unidades de Intervención y de Prevención y Reacción y actuaciones focalizadas en domicilios, puntos de venta de droga e identificaciones de personas y vehículos. Todo este despliegue ha permitido rebajar la tensión existente en el barrio tras el tiroteo y el temor a posibles venganzas.