Sevilla

Sevilla vuelve a perder población y alcanza ya el nivel del año 2000

  • La capital se estanca en los 700.000 habitantes y pierde ya un 1,5% en una década La provincia experimenta el fenómeno contrario y es una de las ocho de España que crece

Más población en la provincia y menos en la capital. Los datos del padrón municipal que ayer publicó el Instituto Nacional de Estadísticas, actualizados a 1 de enero de 2013, reflejan un movimiento de la población cuando menos curioso en la provincia de Sevilla. Es una de las pocas demarcaciones territoriales de España que suben en población, en un momento en que la mayoría del país baja tanto por el regreso de los inmigrantes a sus países de origen como por la salida de jóvenes nacionales en busca de trabajo al extranjero, pero su capital sigue perdiendo población y se coloca ya en unos niveles similares a los del año 2000.

La provincia de Sevilla pasó de tener 1.938.974 habitantes en el año 2012 a contar con 1.942.155 en 2013, lo que supuso un crecimiento de un 0,16%. Obviamente es una subida muy leve y moderada, pero es la tendencia contraria a la que se da en el resto del país, que perdió 135.538 habitantes a lo largo del año 2012. Durante este ejercicio, sólo ocho de las 52 provincias españolas arrojaron un saldo positivo: Guipúzcoa, cuya población empadronada creció un 0,24%; Málaga, con un 0,73%; Las Palmas, con un 0,28%; Sevilla, que aumentó un 0,16%; Zaragoza, con un 0,05%; Ceuta, con un 0,19% y Melilla, la que más creció durante 2012, con un 3,56%. Gerona, por su parte, se quedó como estaba el año anterior.

El resto de provincias españolas perdieron habitantes. Los mayores descensos se produjeron en las provincias de Cuenca, que perdió al 2,81% de sus vecinos; Zamora, con una reducción del 1,74%; Salamanca, con una pérdida del 1,43%; Ávila, con un 1,42% y Soria, donde la cifra de empadronados se redujo un 1,3%. En los últimos quince años el aumento de población en España había estado impulsado, fundamentalmente, por la inscripción de extranjeros, cuya cifra pasó de 923.879 en el año 2000 a 5.747.734 en 2010. Sin embargo, en los últimos años esta tendencia ha ido cambiando, hasta el punto de que en 2011 y 2012 las inscripciones netas de extranjeros fueron negativas (15.229 y 216.125 menos, respectivamente).

Así lo recogía el desglose provisional del padrón por nacionalidades que el INE publicó el pasado mes de abril, unas cifras que estarán consolidadas el próximo 17 de enero. Aunque pueden variar en alguna medida -se revisa dato a dato eliminando duplicidades y bajas-, la línea es la misma: el descenso de ciudadanos extranjeros, tanto europeos como de terceros países está empujando la caída general de la población empadronada en España.

Sevilla nunca fue una provincia con fuerte presencia de extranjeros regularizados, de ahí que apenas haya notado la bajada de la población generalizada en el país. A este fenómeno se le añade la salida de jóvenes, tanto mano de obra como personas con una elevada formación, que buscan trabajo en el extranjero o en otras zonas de España ante la escasísima oferta que ofrece el mercado laboral de Sevilla.

Ambas tendencias explican la caída de la población en la capital, que se ha visto compensada y corregida por la subida de personas en los pueblos, sobre todo en los municipios del área metropolitana. Pese a la caída moderada de la población, sigue siendo la cuarta capital de provincia de España, por detrás de Madrid, Barcelona y Valencia.

En la ciudad se ha pasado de los 702.355 habitantes en el año 2012 a los 700.169 de 2013. Esto supone una caída de un 0,3% de la población empadronada. El dato más parecido al actual es del año 2000, cuando en Sevilla había registradas 700.716 personas. En los ejercicios siguientes la población sevillana fue creciendo hasta que en 2003 alcanzó la cota máxima de los últimos años, con 709.975 habitantes. En la última década, por tanto, la ciudad ha experimentado una caída del 1,5%.

El boom inmobiliario de los años siguientes fue restando habitantes de la capital, donde los precios de las viviendas dejaron de estar al alcance de la clase media, para engrosar los censos de las localidades del Aljarafe y de otras ciudades de la corona metropolitana como Dos Hermanas y Alcalá de Guadaíra. Así, 2007 y 2008 cerraron con menos de 700.000 habitantes, un dato que no se rebajaba desde 1996. Con el inicio de la crisis económica, la población de la capital volvió a repuntar, llegando a superar los 704.000 vecinos en el año 2010. Desde entonces ha ido cayendo paulatinamente hasta quedarse escasamente de nuevo por encima de los 700.000. De seguir esta línea, el próximo padrón podría arrojar los datos más bajos de población en la capital de los últimos 17 años.

Municipios como Dos Hermanas, Alcalá de Guadaíra, Mairena del Aljarafe, San Juan de Aznalfarache, Tomares, Bollullos de la Mitación, Bormujos, Umbrete o Camas, entre otros, se han beneficiado de esta pérdida de población de la capital y han experimentado crecimientos moderados en el último año. Municipios como Écija, Lebrija, Los Palacios o Utrera, más alejados de la capital, han visto cómo su población crecía de manera moderada o, como el caso de Morón de la Frontera, perdía habitantes de forma muy sostenida.

En el lado opuesto están las áreas más rurales, cuyos municipios llevan años perdiendo habitantes debido a la emigración obligada de muchos de sus vecinos. Prácticamente todos los pueblos de la Campiña o de las sierras Norte y Sur han caído en población.

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