El Pleno de ayer puede pasar a la historia del Ayuntamiento como el de menor duración de la historia: un minuto y dos segundos. Sólo tenía un punto en el orden del día: tomar conocimiento de la dimisión del concejal Antonio Rodrigo Torrijos, que venía ejerciendo las funciones de portavoz del grupo municipal de IU. Y así fue. El secretario dio cuenta de la dimisión sin que hubiera más intervenciones, salvo la de la concejal de IU, Josefa Medrano (IU) que se interesó por la declaración de urgencia del punto, una cuestión meramente formal. 

La presencia de los concejales fue más que nutrida, pese a que se trataba de una formalidad a la que obliga la normativa. Ni compareció ya Torrijos, ni su sucesor, José Manuel García. Pero la mayoría de los concejales cumplieron con el trámite. 

Torrijos ya hizo uso de un turno especial de palabra en el Pleno del diciembre, en el que se despedió de sus colaboradores, y recibió parabienes de cortesía del PP y del PSOE, que reconocieron y agradecieron su trabajo como concejal.