Sevilla

Especialistas en Oncología advierten de los riesgos del cigarrillo electrónico

Los cigarrillos electrónicos, que se han extendido como alternativa al tabaco, continúan provocando recelos entre los profesionales de la Salud. Los doctores David Muñoz y Juan Bayo Calero, autores de la Guía Práctica de Actuación en Urgencias Oncológicas para Especialistas Internos Residentes y Médicos de Atención Primaria (Oncourg), advierten de los riesgos de este producto: "Pueden ser más peligrosos de lo que a menudo se considera, porque desconocemos realmente lo que se está ingiriendo y lo que esta inhalación podría significar a largo plazo para el que lo consume y para los que lo rodean".

El vacío legal ha acompañado a la comercialización de los cigarrillos electrónicos y al destacado aumento de los locales especializados en su venta. Pese a la falta de estudios que evidencien los efectos sobre la salud de estos dispositivos, existen enormes sospechas en el colectivo médico de que incitan al consumo y a la adicción. "En general se afirma que estos cigarrillos electrónicos liberan sólo vapor de agua, pero no sabemos los efectos adversos para la salud a terceros ya que estos cigarrillos emiten partículas finas y ultrafinas que son altamente respirables, así como nicotina", añade el doctor Muñoz.

Según una evaluación que ha realizado el German Cancer Research Center, el aerosol que el líquido del cigarrillo dispensa contiene sustancias como el formaldehido, acetaldehido, acroleina, dietilenglicol, cromo, etcétera. Además, "los únicos ensayos aleatorizaos que se han llevado a cabo sobre su eficacia se han desarrollado en Nueva Zelanda", explican los especialistas. En este estudio 657 pacientes fumadores, que querían dejar de fumar, se incluyeron a usar cigarrillos de nicotina, parches de nicotina o cigarrillos placebo.

A los seis meses se evaluó la abstinencia verificada de dejar de fumar: el 7,3% de los pacientes que usaron los cigarrillos electrónicos, el 5,8% de los pacientes con el parche de nicotina y el 4,1% de los pacientes tratados con cigarrillos placebo, sin que el poder estadístico fuera suficiente para determinar las diferencias entre las tres modalidades. Según estos datos, "queda todavía por demostrar la eficacia de los cigarrillos electrónicos y, por supuesto, sus posibles inconvenientes y toxicidades", añade el doctor Muñoz.

Ante la ausencia de regulación sobre el uso de los cigarrillos electrónicos, la Junta de Andalucía ya ha prohibido, desde principios de año, la utilización de estos dispositivos en las instalaciones de su competencia, como son los centros de salud y docentes. En el ámbito nacional, las comunidades autónomas acordaron a finales del año pasado desarrollar una normativa para restringir los cigarrillos electrónicos.

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