Los sudamericanos protagonizan la marcha. Los datos del INE reflejan claramente que esta colonia es la que acapara porcentualmente el mayor descenso durante 2013 en el padrón provincial. Un fenómeno que se explica por las políticas que han emprendido sus países de origen para que regresen quienes se marcharon hace años. Los rumanos constituyen el colectivo más importante dentro de los extranjeros que habitan Sevilla, seguidos de los marroquíes.

El análisis pormenorizado de la inmigración sevillana arroja datos muy reveladores. No todos han emprendido la marcha por igual. En algunas colonias la huida adquiere más importancia que en otras. Los sudamericanos son los que más pronto han decidido abandonar la provincia ante la precaria situación laboral que sufren. Las tres nacionalidades más importantes que hay en Sevilla son bolivianos (4.274), colombianos (3.027) y ecuatorianos (1.787). En el tercer grupo la disminución de empadronados durante 2013 ha sido del 21,28%, a la que sigue la de los bolivianos con una merma de su presencia del 20,88% y, por último, la de los ecuatorianos, con un 19,6% menos.

Al margen de la falta de trabajo, en este regreso también influyen las políticas puestas en marcha por los países de origen. En el caso de Ecuador, por ejemplo, se incentiva la constitución de cooperativas para que vuelvan los emigrantes. También en este país se activó hace casi un lustro el programa denominado Menaje de Casa y Equipo de Trabajo, que permite a quienes vivan fuera repatriar los enseres sin pagar impuestos, posibilidad que incluye hasta vehículos valorados en 20.000 dólares. Tampoco hay que olvidar la ley impulsada por el Gobierno boliviano de Evo Morales, mediante la cual a todo aquél que haya permanecido un mínimo de dos años fuera del país se le concede un certificado laboral que hace más fácil encontrar un empleo.

La colonia más importante sigue siendo la de rumanos, constituida por 12.431 personas, casi un 6% menos que hace un año. Estos extranjeros superaron en presencia hace tiempo -especialmente desde que fueron considerados europeos de pleno derecho- a los marroquíes. Los inmigrantes del norte de África suponen uno de los grupos que menos ha dejado de empadronarse. El jefe del Servicio de Estadística del Ayuntamiento de Sevilla, José Antonio Suero, explicó hace meses a este periódico que uno de los motivos para que dicha colonia se mantenga "más o menos estable" son los continuos conflictos bélicos del área geográfica en la que viven, lo que los obliba a emigrar, aunque cada vez más lo hacen hacia Francia o Alemania. En el padrón más reciente del INE se contabilizan 9.786 marroquíes, apenas un 2,47% menos que el año anterior.

Los rumanos, por contra, destacan por su gran movilidad. Por tal motivo, en cierto periodo del año viven en municipios sevillanos y durante varios meses se marchan a localidades de otras provincias, como Lepe para la campaña de la fresa.

Otro grupo a destacar en este análisis es el de los chinos. En el último padrón se registran 4.922, un 4,3% menos. Este colectivo, sin duda, mantiene unas características muy especiales, pues suelen concentrarse en determinados barrios, con muy escasa integración con el resto de vecinos de los municipios en los que residen. Son bastante reacios a aportar datos para el padrón.