La FP no sólo supone una salida laboral inmediata para menores de 18 años, sino que se ha consolidado en una alternativa para muchos universitarios a la hora de encontrar un trabajo. La psicóloga y orientadora escolar Eugenia Jiménez Gallego advierte que existe un importante porcentaje de titulados universitarios que cursan los Ciclos Formativos para aumentar su "empleabilidad". Esta situación constata que dicha enseñanza posobligatoria se ha convertido en una vía más rápida para lograr una contratación que los propios títulos académicos.

Los contratos que mantienen los centros en los que se imparte la FP con empresas para que los alumnos realicen prácticas en ellas constituye uno de los motivos para el alto grado de empleabilidad de esta enseñanza. De hecho, a muchos estudiantes, una vez superado dicho periodo, los contratan. A ello se suma, como se dijo antes, que numerosas compañías buscan empleados con un perfil más técnico que el que puede ofrecer un universitario. Dicha cualidad es más propia de los Ciclos Formativos.

Este hecho ha provocado que en el presente curso sean más los matriculados en la FP que en el Bachillerato. Mientras que en la primera de las enseñanzas ha aumentado casi un 40% el número de matriculados desde que estalló la crisis, en la educación preuniversitaria sólo lo ha hecho en un 17%. Las altas posibilidades de inserción laboral que ofrecen los ciclos formativos ha tenido como consecuencia un efecto llamada que perjudica, principalmente, a los menores que han finalizado sus estudios en la ESO.

Eugenia Jiménez Gallego alerta de que "la avalancha de población adulta que se decanta por estos estudios ha provocado que las notas de acceso se eleven mucho, por lo que bastantes adolescentes no pueden cursarlos". Para esta orientadora escolar, ello supone "un problema de igualdad de oportunidades". "A personas mayores a las que se les ha subvencionado anteriormente una formación con dinero público se les ofrece otra más, mientras que otros ciudadanos no alcanzan formación ninguna", explica Jiménez Gallego.

En este sentido, incide en que el "desbordamiento" de matriculaciones en la FP no se está produciendo con jóvenes procedentes de Secundaria, "sino con desempleados de larga duración". Por tal motivo, esta psicóloga y orientadora escolar aboga por ofertar plazas en diversos cupos para distintos grupos de población. "Ésta sería una alternativa junto con la formación ocupacional para desempleados o escuelas taller, de modo que no tuvieran que volver a la formación reglada en los institutos para mejorar el currículum, sino realizar estudios más adaptados a sus necesidades y a sus posibilidades", recalca Jiménez Gallego.