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El dueño de Contsa dice que mintió para que no encarcelaran a su mujer

  • José Salas niega el fraude fiscal y dice que era una especie de prestamista de la inmobiliaria.

El dueño de Contsa, José Salas Burzón, admitió este martes que mintió ante el juez durante la instrucción por miedo a que enviaran a la cárcel a su mujer, María del Carmen Bautista, de la que ya está separado. Aquella declaración, prestada el 9 de junio de 2009, cuando se encontraba en prisión, fue la única vez que Salas Burzón aseguró que su ex esposa no tenía nada que ver con las sociedades vinculadas a Contsa ni gestionaba las numerosas cuentas corrientes que tenía a su nombre. En el juicio por el delito fiscal contra la pareja, celebrado este martes en el juzgado de lo Penal número 10 de Sevilla, Salas insistió en que nunca tuvo acceso a las cuentas de su mujer, ni que nunca le dio indicaciones a su pareja sobre lo que tenía que firmar relacionado con Contsa y otros bienes o actividades empresariales.

"Ese día me llevaron de la cárcel a los juzgados sin que yo supiera para qué. Estando en los calabozos, bajó a verme un abogado amigo de la familia, no mi letrado, que me dijo que me habían llevado porque habían imputado -por estafa- a mi mujer y que había muchas posibilidades de que la mandaran a prisión. En ese momento se me vino el mundo encima. Mari Carmen no tiene la fortaleza que puedo tener yo. Ha pasado una depresión y un intento de suicidio y, si la enviaban a prisión, es que ni llegaba. Se moriría en el furgón. Pensé en mis dos niños, con 8 y 6 años, que mi chiquillo nunca se había orinado en la cama y se lo hacía cuando entré yo en la cárcel... Tenía muchísimo miedo y mentí", relató Salas ante el tribunal que lo juzga por defraudar 2,7 millones de euros a Hacienda entre 2003 y 2006.

Salas negó esta acusación asegurando que él era una especie de prestamista de Contsa. Tenía al menos tres pólizas de crédito pedidas por él que servían para financiar a la inmobiliaria, que sin embargo figuraba como fiadora en las pólizas. Por qué pedía el crédito él a título personal y no su empresa, lo explica Salas en base a las condiciones que les exigían los bancos, que se fiaban más de él que de Contsa, algo que para el fiscal de Delitos Económicos, Fernando Soto, es "irracional y antieconómico", ya que la propia Contsa figuraba como avalista. "Así nos lo exigían los bancos, que ya se sabe cómo son. Si te pueden trincar y que firme hasta el gato, lo hacen".

Cuando había dinero en las cuentas de Contsa, algún empleado de la empresa -"yo sólo iba al banco en alguna ocasión a tomar café con el director"- retiraba alguna cantidad y la ingresaba en algunas de las cuentas personales de Salas, en una especie de devolución de ese préstamo. Lo hacían mediante retiradas e ingresos y no por transferencia para ahorrarse las comisiones bancarias. Sobre cómo funcionaba la contabilidad de Contsa, Salas aseguró que lo desconoce porque él se dedicaba a otros asuntos y el responsable de las finanzas era su hermano Rafael, que se suicidó en febrero de 2008, poco antes de que saltara el escándalo.

La ex mujer de Salas, María del Carmen Bautista, insistió que ella desconocía por completo lo que firmaba y que lo hacía porque se fiaba de su marido, quien la "ha matado en vida". El juicio quedó este martes visto para sentencia. El fiscal mantuvo sus peticiones, de 7 años de cárcel para Salas y de 6 para su ex mujer, si bien a esta última consideró que podría aplicarse la atenuante de dilación indebida.

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