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El informe forense atribuye la muerte del polaco a una posible negligencia

  • Considera que dada su "delgadez extrema y desnutrición severa" debió ser hospitalizado como indica la Organización Mundial de la Salud.

El informe forense ha apuntado una posible negligencia en la asistencia sanitaria prestada al joven polaco Piotr Piscozub, que falleció el 2 de octubre de 2013 en un sillón del albergue municipal cuando esperaba la cola para comer, dado que según los expertos que han estudiado el caso ante la "delgadez extrema" y la desnutrición severa" que presentaba era “preceptiva" su hospitalización y la realización de pruebas complementarias, tal y como indica la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El informe remitido al juzgado de Instrucción número 5 de Sevilla recuerda que el joven tenía un peso de 45 kilos, medía 1,85 metros y tenía 62 centímetros de perímetro abdominal, por lo que presentaba un índice de masa corporal de 12,6 kilos/m2, "lo cual es indicativo de delgadez extrema según la OMS y sugestivo de desnutrición severa".

 

El paciente ingresó en Urgencias del Hospital Virgen del Rocío sobre las 00:29 horas y tras ser explorado recibió el alta a las 2:06 horas, después de descartar la necesidad de realizar pruebas complementarias y siendo derivado a los servicios sociales municipales.

El informe forense señala que "a pesar de que la exploración realizada resultase inespecífica, destacándose la ausencia de signos de proceso infeccioso y sintomatología respiratoria, el paciente presentaba un estado de desnutrición, el cual ya fue detectado durante la primera asistencia y recogido en la historia clínica". 

El forense añade que la hospitalización en este caso era "preceptiva" por dos aspectos. En primer lugar, para “tratar de manera específica la malnutrición: corregir las carencias, suprimir las anomalías metabólicas e iniciar la alimentación". Y, en segundo lugar, para “realizar las pruebas complementarias pertinentes para diagnosticar las posibles situaciones que puedan originar una malnutrición secundaria, ya que es ésta la más frecuente en lo adultos". Dice el forense que "inicialmente, al menos, debe realizarse una analítica de sangre que incluya hemograma y bioquímica y una radiografía de tórax".

La realización de esas pruebas, continúa el análisis forense, "hubiera permitido alcanzar el diagnóstico de la patología de base relacionada con el estado de desnutrición, una neumonía abscesificada en paciente con tuberculosis miliar, la cual se determinó como la causa de la muerte tras la realización de la autopsia médico-legal”. El informe añade que una vez establecido el diagnóstico de neumonía grave y tuberculosis miliar, atendiendo a los criterios de estratificación del riesgo, se hubiera tenido que instaurar “el tratamiento específico para dichos procesos morbosos".

El informe concluye que el paciente presentaba un estado de desnutrición severo y que, tras resultar "inespecíficos los hallazgos" del resto de pruebas practicadas (auscultación y exploración física), fue dado de alta poco más de una hora después "con el juicio diagnóstico de problemática social".

En las conclusiones, el forense insiste en que dado el estado de desnutrición severa que presentaba, el paciente debió ser hospitalizado para la realización de esas pruebas complementarias (al menos hemograma, bioquímica y radiografía de tórax) y tratamiento de las mismas, lo que "hubiera permitido llegar al diagnóstico de la patología asociada a la desnutrición y la instauración del tratamiento específico para ese proceso morboso".

La cooperativa de abogados Jarsia, que ejerce la acusación particular en representación de la madre y un hermano del polaco fallecido, ha explicado que este informe concluye que "se ha producido una grave negligencia médica de los servicios públicos de salud en Andalucía", por cuanto las recomendaciones de la OMS "no se cumplieron esa noche en el SAS". 

Los abogados de la familia entienden que Piotr Piscozub debió ser ingresado de "manera preceptiva e inmediata, conforme a las recomendaciones de la OMS", porque eso habría permitido diagnosticar y tratar la neumonía y la tuberculosis por las que falleció horas después. "Incluso entendemos que se podría haber salvado su vida", añade Jarsia Abogados.

A pesar de ello considera "extraño que en un estado tan avanzado de la enfermedad no se detectaran los síntomas por los que falleció", hecho que atribuyen a una “mala praxis" que no saben si es general debido a la "ineficacia de los protocolos, a los recortes en salud, o en particular de los médicos que le atendieron".

En cualquier caso, Jarsia abogados concluye que es "indignante" el alta médica de una persona enferma con síntoma de desnutrición, en el que únicamente se le deriva a los servicios sociales. "Y más indignante que el SAS no reconozca su error y haga todo lo posible para que esto no vuelva a ocurrir".

A juicio de la acusación particular, existen indicios de un delito de omisión del deber de socorro e incluso de un delito de homicidio por imprudencia, por lo que ha anunciado que solicitará la "imputación de los médicos que atendieron" al polaco y la declaración como testigos del gerente del hospital y de la consejera de Salud María José Sánchez Rubio, "que a día de hoy ni siquiera han reconocido su responsabilidad en este asunto".

La familia pedirá que se impute a los médicos que le asistieron

La cooperativa de abogados Jarsia, que ejerce la acusación particular en representación de la madre y un hermano del polaco, explicó ayer que "se ha producido una grave negligencia médica de los servicios públicos de salud". Los abogados entienden que Piotr Piscozub debió ser ingresado porque eso permitiría diagnosticar y tratar la neumonía y la tuberculosis que causaron su muerte. "Incluso entendemos que se podría haber salvado su vida", añade Jarsia Abogados. A pesar de ello, considera "extraño que en un estado tan avanzado de la enfermedad no se detectaran los síntomas por los que falleció", algo que atribuyen a una "mala praxis" que no saben si es general debido a la "ineficacia de los protocolos, a los recortes en salud, o en particular de los médicos que le atendieron". Jarsia abogados tilda de "indignante" que el SAS "no reconozca su error y haga todo lo posible para que esto no vuelva a ocurrir". A juicio de la acusación, hay indicios de omisión del deber de socorro y de un delito de homicidio por imprudencia, por lo que ha anunciado que pedirá la "imputación de los médicos que atendieron" al polaco y la declaración como testigos del gerente del hospital y de la consejera de Salud María José Sánchez Rubio, "que a día de hoy ni siquiera han reconocido su responsabilidad en este asunto".

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