El alcalde, Juan Ignacio Zoido, siempre ha tenido a la Fábrica de Artillería como una de las grandes apuestas de su mandato y un símbolo de las políticas en favor de la conservación del patrimonio histórico y artístico de la ciudad. Por ello, la intención no es otra que abrir al público este edificio, aunque aún no tenga contenidos y sólo sea para que los sevillanos entren a conocer uno de los grandes inmuebles desconocidos de la capital. "Se trata de una zona céntrica de la ciudad que tenemos que mantener, conservar, rehabilitar", expuso Zoido en su momento.

Desde la oposición, por el contrario, se critica duramente cómo el gobierno municipal está actuando con éste y con otros edificios históricos de la ciudad. Así lo aseguró ayer a este periódico Antonio Muñoz, portavoz adjunto del PSOE en el Ayuntamiento: "Hemos reiterado en los plenos y en muchas reuniones que en una ciudad como Sevilla las cuestiones patrimoniales, como los edificios necesitados de rehabilitación, deberían ser una prioridad, aunque estemos en época de vacas flacas". Muñoz no dudó en calificar como "lamentables" las actuaciones de Zoido en este sentido: "Estamos a favor de las obras pero el balance es de suspenso absoluto en estos tres años".

El portavoz adjunto del PSOE criticó que, a pesar de existir numerosos informes que alertaban de la situación ruinosa de la fábrica, y la necesidad de acometer obras de urgencia para garantizar la seguridad, se han hecho oídos sordos: "Se han perdido tres años, pese a los informes que existen desde el año 2011. Se ha esperado al último tramo del mandato y se actúa con prisas. No se sabe qué van a hacer con la Fábrica de Artillería, ni cómo ni cuándo. Este edificio merece un proyecto singular que contribuya a poner, todavía más, a Sevilla en el mapa".

La actuación en la Fábrica de Artillería debería contar, según explicó, con un plan director y con un calendario de actuaciones que se vaya acometiendo conforme lo permita el presupuesto. Tampoco es partidario de dividir el inmueble para darle diferentes usos: "Estamos ante un espacio de grandes dimensiones y salas espectaculares que necesitan de un proyecto pensado y madurado. No se pueden dividir sus usos o concedérselo al mejor postor que pase por Urbanismo, como ha pasado en la Puerta de la Carne, por ejemplo. El gobierno debería tener su propio calendario e ideas e ir en busca de socios privados para materializarlo".

Antonio Muñoz señala varios proyectos en edificios históricos como inspiración de lo que se puede hacer en la Fábrica de Artillería de Sevilla: la Alhóndiga de Bilbao, un gran almacén de vinos, licores y alcoholes de estilo modernista que se levantó en ladrillo y hormigón armado, finalizándose su construcción en 1909, hoy rehabilitado en un gran centro para el ocio y la cultura; y el antiguo matadero y mercado de ganados de Madrid, construido entre 1908 y 1928, hoy rehabilitado por fases y convertido en centro de creación contemporánea. Para los 20.000 metros cuadrados de Artillería, Zoido siempre ha apostado por varios usos: "Lo tenemos que hacer con un proyecto que sea viable y donde entre la colaboración público-privada como sistema de financiación".