Sevilla se convertirá a partir del sábado en escenario del Mundobásket 2014. Un evento deportivo de primer nivel cuyo impacto todavía está por cuantificar. Todo dependerá del número de entradas que se vendan finalmente, que, en parte, se traducirán en pernoctaciones e ingresos para la economía de una ciudad con cierta afición al baloncesto, pero donde muchos desconocen aún el evento pese a los esfuerzos publicitarios.

El acontecimiento empezó a fraguarse en el anterior mandato, con Alfredo Sánchez Monteseirín como alcalde. En 2010 se firmó un convenio con la Federación Española de Baloncesto, que preside el sevillano José Luis Sáez, cuyas condiciones hubo que renegociar a la baja posteriormente, dado el contexto de grave crisis económica y las dificultades financieras que atravesaban las arcas municipales. De entrada, ese acuerdo se llevó a cabo sin saber aún cuáles eran las selecciones que jugarían en Sevilla. No todas mueven al mismo número de aficionados, ni del mismo nivel adquisitivo. Y el lleno que garantiza un partido de España o una final tampoco tiene parangón. Aun así, a finales de 2012, cuando se presentó el evento, tanto la Federación como el propio alcalde, Juan Ignacio Zoido, cifraron en 25 millones de euros los ingresos por turismo en la ciudad y la llegada de 50.000 visitantes. Y Sáez confiaba entonces en ingresar tres millones de euros directos por la venta de entradas.

Estas previsiones tal vez variaron el mismo día del sorteo del Mundobásket, en febrero de 2014, cuando se supo cuáles serían las selecciones que jugarían en el Palacio de los Deportes de San Pablo. Ni España ni EEUU, que parecían asignadas desde un principio a Granada y Bilbao, las otras subsedes junto a Madrid, Barcelona y Las Palmas de Gran Canaria. A Sevilla llegarán en los próximos días Croacia, Filipinas, Grecia, Senegal, Puerto Rico y Argentina. Selecciones (del Grupo B del campeonato) con tirón en cuanto a su afición, pero no con el nivel adquisitivo que puede tener Finlandia, por citar un ejemplo. Los hoteleros sevillanos afirmaron ayer a este periódico que no disponen de datos específicos sobre reservas.

Aun así, la Federación ha sacado a la venta 101.000 entradas para los 15 partidos que se disputarán en Sevilla a lo largo de cinco jornadas. Todavía no hay datos oficiales, pero ayer bastaba con entrar en el portal que gestiona estas operaciones para comprobar la amplia disponibilidad de asientos libres. El precio de las entradas oscila entre los 27 y los 75 euros.

El acontecimiento, que moverá en toda España a 500 trabajadores, cuenta con un presupuesto de organización general de 45 millones y una inversión estimada de 180 millones de euros en patrocinios. A falta de que se concreten los que corresponden a Sevilla, el Ayuntamiento hispalense, a través de la Asociación para la Promoción Exterior de Sevilla (Appes), lleva también meses trabajando en la búsqueda de financiación.

No obstante, lo que sí está claro a estas altura es que gran parte de las expectativas creadas en un inicio por el Mundobásket se han desinflado. De entrada, Sevilla esperaba contar con un gran pabellón multiusos que sirviera de escenario del campeonato, al estilo del construido para la ocasión en Las Palmas. Tras varios intentos fallidos, al final los partidos se disputarán en el Palacio de los Deportes de San Pablo que ha sido, además, remozado con muy poco dinero. Si en un principio se pensó destinar a dichas obras 300.000 euros, el presupuesto se fue rebajando a la mitad, pues los trabajos han sido mínimos al no haber un mayor requerimiento técnico por parte de la Federación Internacional de Baloncesto. Bastaba con que la sede tuviera capacidad para 7.200 espectadores -y si hiciera falta aumentar el aforo se colocarían gradas supletorias-, que contara con una sala vip, centro de prensa, salas multifunción, aparcamiento para 500 plazas, comunicación y zona médica. El gobierno de Zoido optó por destinar el dinero restante a las instalaciones deportivas de los barrios.

En definitiva, Sevilla ha invertido poco en infraestructura y, además, el compromiso del gobierno municipal era que las actividades de promoción y organización del Mundial fueran "a coste cero". A cambio, el canon fijado que deberá pagar la organización al Ayuntamiento es de un millón de euros, sin contra con los seguros, y hace justo un año sólo se había abonado poco más de una cuarta parte del dinero.

En resumen, ¿cuánto costará la fiesta del baloncesto a las arcas municipales? Las dos finales de la Davis no salieron baratas. Todavía hay que hacer cuentas. A ellas, a las que se reflejen en los presupuestos, Zoido añade otras, más difíciles de cuantificar: el dinero que reporta el impacto mediático que supone que durante dos años el nombre de Sevilla se haya paseado junto al logo de Mundobásket 2014 por todo el mundo y el de las retransmisiones que harán las 20 televisiones acreditadas en la capital, españolas y francesas, además de las procedentes de los países que jugarán en San Pablo. La Federación Española de Baloncesto estima que 800.000 personas seguirán por televisión los partidos en todo el mundo. En total, hay 300 periodistas acreditados para cubrir un evento que trasciende de la cancha. De hecho, hay 150 actividades planificadas en torno a la celebración del campeonato en Sevilla, de las que ya se han celebrado muchas. Zoido apostó desde un primer momento por tirar de ingenio y aprovechar el tirón del Mundobásket para fomentar el deporte en colegios e institutos y generar expectación y afición. Ya hubo varios clínic en el centro de Sevilla y road show en la Plaza de España, que hoy se convertirá en un circuito 3x3.

La apuesta no es sólo deportiva o turística, también social y educativa. Y todos estos elementos juntos brindan a la ciudad la oportunidad de llevar el nombre de Sevilla por el mundo. "Y eso sí que es un lujo", ha apuntado el alcalde en varias ocasiones. De lujo quedó el vídeo con las canastas cedidas por la Federación a las monjas de San Leandro. ¿A cuánto se cotiza el triple? Hay que echar cuentas.