La Policía Nacional ha confirmado la detención de un hombre de unos 38 años como presunto autor del homicidio del cuerpo hallado este miércoles en una casa de la calle Feria. La víctima es un boliviano de unos 44 años que vivía de alquiler en la casa y estaba muerto desde el sábado. Cuando el arrestado, en principio por robo con violencia, iba a ser introducido en un patrullero para su traslado a dependencias policiales tras ser interceptado cuando intentaba huir del domicilio, los agentes comenzaron a preguntarle al respecto del piso donde había tenido lugar el robo, requiriéndole la identidad de su legítimo inquilino para contactar con él y efectuar una inspección, ante lo que éste manifestó que el inquilino se encontraba muerto en su interior desde hace cinco días, cuando lo había matado. De igual modo, declaró que también encontrarían la cartera de una tercera persona, a la que había robado tras tener una cita con él.

El hallazgo del cuerpo se produjo al intervenir los agentes en una pelea que tuvo lugar en dicho domicilio donde se estaban realizando operaciones ilegales de compra-venta. La secuencia de los hechos se inicia antes de las siete de la tarde, cuando unos individuos se dirigen hacia dicho piso en la céntrica calle Feria para negociar la compra de un teléfono móvil. El vendedor entabla una discusión con ellos e intenta robarle a uno, golpeándolo en la cabeza y dándole una paliza. El agredido habría buscado ayuda telefoneando a un primo suyo, que acudió en su auxilio e intentó entrar en el bloque rompiendo un cristal, lo que le provocó cortes en las manos.

Los gritos del primo llamando a la víctima, desde la calle, en un estado de mucho nerviosismo, alertaron a los vecinos, que habrían dado el aviso a la Policía. Varios agentes se personaron en pocos minutos en el lugar de los hechos, donde se encontraron con el primo del agredido, que no había podido entrar aún en el domicilio. Los policías también intentaron forzar sin éxito la cerradura, hasta que una vecina del bloque bajó y abrió con las llaves.

En ese momento, según testigos presenciales, al menos tres personas intentaron huir saltando por alguna ventana o balcón, en la trasera del edificio, hacia la calle Menjíbar. Al menos uno de ellos pudo ser arrestado por los agentes, que se dividieron en dos grupos. Cuando los agentes entraron, en una de las habitaciones encontraron el cuerpo sin vida. Algunos testigos aseguraron que el cuerpo estaba totalmente hinchado.

El levantamiento del cadáver se produjo en torno a las 20.00. Durante un par de horas el juez y los agentes estuvieron en el domicilio realizando las pertinentes inspecciones oculares y tomando muestras en el piso, que quedó precintado. En la acera y en el portal quedaron las manchas de sangre, perteneciente al primo del agredido, que se produjo numerosos cortes al intentar entrar en el bloque para auxiliar a su familiar.

El edificio donde se produjo el hallazgo, según confirmaron algunos vecinos, era frecuentado por gente joven. El bloque se sitúa en el número 10 de la calle Feria, una zona muy céntrica y frecuentada por jóvenes. Parece que la mayoría de los pisos del edificio eran alquilados. El suceso levantó ayer mucha expectación en la zona, pues a la hora en la que se realizó la intervención había numeroso público en la calle. El revuelo hizo que algunos comerciantes cerrasen sus negocios antes de la hora prevista. Los vecinos de los inmuebles colindantes optaron por guardar silencio ante la presencia de los policías y los medios de comunicación.

Horas después del levantamiento del cadáver el olor que salía del escenario del crimen era aún nauseabundo. Y en las redes sociales comenzaron a circular comentarios acerca de la degradación que está sufriendo la zona en los últimos meses.