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Las guarderías municipales inician el curso con deudas pendientes de la Junta

  • La Consejería de Educación ha apurado los últimos días de vacaciones para pagarles la mensualidad de mayo y aún les adeuda la de junio. La oferta aumenta en mil plazas.

Las guarderías municipales empiezan el curso como acabaron el anterior, haciendo cuentas. No es para menos. Hoy abrirán sus puertas con deudas pendientes por parte de la Junta de Andalucía. La Consejería de Educación se está poniendo al día de los pagos del pasado curso con casi 90 centros cuya titularidad recae en los ayuntamientos de la provincia, la mayoría de los cuales los gestionan empresas privadas. En estos días está procediendo a abonarles la mensualidad de mayo, pero para la de junio aún no existe fecha. Esta situación hace muy complicada la reapertura de unos centros de convenio que carecen de otra vía de financiación.

Se acabó agosto y los más pequeños regresan el aula. Los centros que imparten el primer ciclo de Educación Infantil (de 0 a 3 años) abren hoy sus puertas. Tras años de dificultades por los retrasos del Gobierno andaluz en el pago a los que son de convenio, el Fondo de Liquidación Autonómica (FLA) ha reducido la demora en el abono de las mensualidades. Pero esta mejora no se ha conseguido en todos. Los que son de titularidad municipal aún sufren las consecuencias de unos atrasos que han puesto en apuros la continuidad de muchos de ellos e, incluso, ha abocado al cierre de varios el pasado año. Todo hace prever que la situación no va a mejorar mucho en el nuevo curso. Así lo han manifestado varios propietarios de las empresas que gestionan las escuelas (sólo unas pocas están explotadas directamente por los ayuntamientos), que aseguran que abren las puertas sin que la Administración se haya puesto al corriente del pago con ellas.

El Ente de Infraestructuras y Servicios Educativos (ISE) de Andalucía ha apurado los últimos días de vacaciones para pagarles la mensualidad de mayo, pero aún no existe fecha para el ingreso de la de junio, que debería haberse abonado el 10 de agosto (el plazo establecido es de 40 días una vez que acaba el mes que ha de pagarse). La cuantía de estas mensualidades varía en función del número de alumnos matriculados y las bonificaciones o la gratuidad de las que se beneficien. La Junta paga a las guarderías que son de convenio la parte correspondiente a estos descuentos o la integridad del coste de la plaza si el niño reúne los requisitos exigidos. Con este dinero los titulares de los centros pagan servicios como el comedor, la luz, el agua, el alquiler de local (en caso de que no sean de su propiedad) y también a los proveedores y trabajadores.

Cualquier retraso en dicho abono supone una gran dificultad para estos empresarios, pues la Junta no les permite otra vía de financiación que la detallada. Esto ha obligado a los que gestionan las escuelas a recurrir a préstamos bancarios y ayudas de familiares para pagar, al menos, la nómina de los empleados.

Este problema no es puntual, sino que debido a los problemas de liquidez de la Hacienda autonómica se eternizan. La Junta, por ahora, no les aporta una solución que acabe con los retrasos, como sí ha ocurrido con las guarderías de convenio de titularidad privada, a las que ya se les paga con mayor puntualidad. Estos centros se han beneficiado del referido FLA, algo que no ha sido posible en el caso de las municipales, ya que las administraciones autonómicas no pueden hacer uso de dicho fondo para saldar las deudas con los ayuntamientos. Ésta fue la respuesta del ISE al colectivo afectado cuando en primavera comenzaron de nuevo los retrasos.

No es la primera vez que esto ocurre. Ya el año pasado se produjeron importantes demoras en los pagos. De hecho, la mensualidad correspondiente a mayo no se ingresó hasta finales de 2013 y gracias al plan de pago a proveedores, que incluía a los ayuntamientos. "Al menos, este año se ha abonado al inicio de curso", refieren desde el sector.

Este problema no ha sido un óbice para que la Junta amplíe la oferta en la provincia con mil plazas nuevas gracias a los convenios firmados con una decena de guarderías municipales. Se trata de la principal novedad de un curso que cuenta con más de 22.000 puestos de 0 a 3 años.

Una red multiplicada a base de numerosos convenios

La red de guarderías públicas de las que dispone la provincia de Sevilla se ha conseguido gracias a los convenios firmados por la Junta con las entidades privadas y los ayuntamientos. Acuerdos con los que se ha superado la tasa de cobertura recomendada por la Unión Europea, según la cual al menos el 25% de la población de entre 0 y 3 años ha de tener garantizada una plaza en los centros en los que se imparte el primer ciclo de Educación Infantil. Esta meta se consiguió hace tres años. A finales de julio en la provincia había 358 guarderías, de las cuales 39 eran propiedad de la Junta, 83 de ayuntamientos y 235 de titularidad privada. El recorrido hasta lograr estas cifras incluyó el cambio de consejería que hasta entonces ostentaba las competencias sobre dicha etapa: en 2008 pasó de Bienestar Social a Educación, con lo que se quiso dotar a estos centros de un fin didáctico, además del primordial para el que fueron creados hace años, que no es otro que el de conciliar la vida laboral y familiar de los padres. La elaboración de un nuevo decreto para regular las guarderías supuso, entre otros cambios, que se fijara un único precio para las plazas, que todas han de ser públicas tras el convenio y la aplicación de un baremo en caso de que las solicitudes superen la demanda en un centro. El incremento de la oferta ha coincidido en sus últimos años con el periodo más severo de la crisis, que ha dejado vacías las arcas de la Administración autonómica. Fue entonces cuando surgieron los principales problemas por el retraso en el pago de las cantidades correspondientes a las bonificaciones de la plaza, de las que se hace cargo la Junta. El coste de un puesto en las guarderías lleva un lustro sin superar los 278,88 euros (incluido el comedor), un precio que los responsables de los centros consideran que está por debajo del gasto real. Los titulares, además, han perdido la mensualidad de agosto (cuando únicamente cierran), que se han reemplazado por ayudas de mil euros por aula así como el refuerzo económico en caso de que hubiera que aumentar la plantilla de trabajadores en el comedor.

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