Calle Rioja

Mañana de cónsules en Capitanía

  • Nuevo jefe de la Fuerza Terrestre. El arabista Rafael Valencia muestra al cónsul de Marruecos, Mohamed Yebari, los escenarios donde se rodó la película 'Lawrence de Arabia'.

LA fotografía no tiene desperdicio. Con Juan Rojo, comisario provincial de Policía de Sevilla, y Javier Benjumea, teniente de hermano mayor de la Maestranza de Caballería como testigos, la fiscal jefe de la Audiencia Provincial, María José Segarra, departe amistosamente con Juan Espadas, portavoz socialista en el Ayuntamiento de Sevilla, y con Juan José Asenjo, arzobispo titular de la diócesis. El marco era el patio de las Columnas de Capitanía General donde el teniente general Francisco Javier Varela Salas acababa de tomar posesión como jefe de la Fuerza Terrestre con sede en la ciudad de Sevilla.

Asenjo no era el único representante eclesiástico. También estaba Antonio Ignacio Alomar Cañellas, vicario castrense, representante del capellán castrense, el arzobispo Juan del Río, ayamontino de nacimiento, avenida con su nombre en su ciudad natal, que sonaba en las cábalas para sustituir a Rouco Varela al frente de la diócesis madrileña. Los míticos dominios de Vicente Enrique y Tarancón al que en una ocasión trajo como conferenciante a Sevilla el abogado Pepe Torres cuando era hermano mayor de la Bofetá de San Lorenzo.

Tras la toma de posesión, se vivieron estampas curiosas, algunas relacionadas con la visión de miras y nuevos horizontes de nuestras Fuerzas Armadas. Rafael Valencia, arabista, director de la Academia de Buenas Letras, le mostraba a Mohamed Yebari, cónsul general de Marruecos, los escenarios de Capitanía en los que David Lean rodó parte de Lawrence de Arabia y la fotografía del general que trabajó de figurante en la película. Valencia, sevillano adoptivo, extremeño de Berlanga, será uno de los ponentes de las jornadas que anualmente organiza la Fundación Caballero Bonald. En esta ocasión, se dedicarán a la figura de Alfonso X. El padre de este monarca, Fernando III, fue objeto de una biografía escrita por Manuel González Jiménez, que también llevó las riendas de la Academia de Buenas Letras en la casa de los Pinelo.

En el tentempié que se ofreció en la sala de Planos, la cónsul de Francia en Sevilla, Verónique-Marie Juricic-Charpentier, buscaba a un militar muy singular. En la parada militar de la Plaza de España, su uniforme se distinguía del resto de participantes. Se trata de un militar francés, oficial de enlace del Ejército de su país con el español. Misión idéntica a la que un militar español desarrolla en el ejército del país vecino, correlato de la hispanidad de la alcaldesa Hidalgo y el primer ministro Manuel Valls.

Las dos Castillas, de acuerdo con los antiguos manuales de Geografía, estaban presentes en el acto. Castilla la Vieja con el arzobispo, natural de Sigüenza, donde ha pasado parte del verano. Castilla la Nueva con el jefe de la Fuerza Terrestre, nacido el día de la Virgen de los Reyes de 1952 en Puertollano y bautizado en la iglesia de la Virgen de Gracia, que ahora celebra su festividad.

En el tranvía, a Rogelio Gómez no le gusta llamarlo Metrocentro, regresaban del acto el dueño de Trifón y Manuel Ruiz Rojas, director de la Fundación Caja Rural. Éste se sintió en Capitanía como pez en el agua: ha sido infante de Marina y boina verde. El próximo sábado, víspera del final de la Vuelta Ciclista, la entidad bancaria que representa organizará en la Plaza de España la carrera del kilo solidario. Caja Rural patrocina uno de los equipos que intervienen en la carrera ciclista y hasta ayer dos ciclistas de esta firma dominaban la prueba de la Montaña. Se corrió la prueba de los Lagos en la que hace dos años, el 2 de septiembre, se impuso el ciclista sevillano Antonio Piedra.

En el tentempié de Capitanía se hicieron curiosos corrillos y encuentros de comienzo del curso político, académico y consuetudinario. Asistieron los hermanos mayores de La Paz y la Esperanza de Triana. El jefe de la Fuerza Terrestre, que antes mandó las Fuerzas Ligeras (su predecesor, Medina Cebrián, venía de las Fuerzas Pesadas), charlaba con Rafael Valencia y Alberto Máximo Pérez Calero, presidente del Ateneo. Monseñor Asenjo confesaba a Antonio Burgos, pecador como buen periodista, ejerciente de un oficio que deambula entre las fuerzas ligeras y las pesadas fuerzas.

Rogelio Gómez invitó a su casa, La Flor de Toranzo, al nuevo inquilino del mando militar, que ya estuvo destinado en Sevilla en dos ocasiones anteriores. Vecino de Carmen Crespo (delegada del Gobierno en la Torre Sur) y de Susana Díaz (despacho de presidenta de la Junta de Andalucía en San Telmo), Varela Salas es un buen conocedor de la geografía andaluza. Vivió dos destinos, ambos relacionados con la Legión, en Almería y en Ronda, que acaba de celebrar su corrida goyesca.

El cónsul de Toranzo en Sevilla, hermano del Baratillo, ya ha puesto los relojes de su doble militancia balompédica: el 20 de diciembre el Racing de Santander visita Heliópolis para enfrentarse al Betis, al que tan mal le ha sentado su visita al Bierzo sin pasar por la Maragatería. Rogelio tiene previsto un viaje a Valladolid para ver una novillada en la que intervienen Lama de Góngora y un sobrino de Curro Romero.

El nombramiento del nuevo jefe de la Fuerza Terrestre marca en cierta forma el inicio del calendario de la ciudad. De una agitada temporada en la que se atisban preparativos electorales por doquier (municipales, autonómicas, generales), objetivos balompédicos en los que el Sevilla busca renovar laureles continentales y el Betis ascender en el décimo aniversario de su segunda Copa del Rey contra el Osasuna.

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