El año escolar ha comenzado y, con él, las revisiones rutinarias que deben realizarse en los medios de transporte que durante todo el año llevarán a los estudiantes desde casa al colegio y viceversa. Para comprobar la seguridad en los autocares, la Policía Local de Sevilla se puso este martes manos a la obra con la campaña de inspección de transporte escolar 2014-2015. La iniciativa se mantendrá todo el año, aunque septiembre será el mes más intenso, por ser el primero lectivo, con controles diarios. 

Las inspecciones son realizadas por el Servicio Especial de Transporte e Intrusismo (SETI), compuesto por cuatro agentes, que dependen de la Unidad de Tráfico de la Policía Local. Estos profesionales realizaron este martes un simulacro de revisión real en el Instituto de Educación Especial Doctor Sacristán situado en la zona de Reina Mercedes. 

Los agentes del SETI operan vestidos de paisano y se dedican, no sólo a estos controles rutinarias, sino a otras labores especializadas en el intrusismo en el taxi o en el repaso del transporte de mercancías. 

Los especialistas comprueban que el autobús cumple con los parámetros que establece la ley: cinturones de seguridad correctamente instalados, martillos para romper el cristal en caso de emergencia en buen estado, la señalización indicada en las salidas de emergencia, la documentación del vehículo y del conductor en regla, el comprobante de la hoja de rutas, el botiquín completo o el extintor de incendios recargado. La constatación de estas medidas se incrementa cuando se trata de la seguridad para niños y jóvenes. 

El año pasado se pasó revista a una flota de 84 autocares y se interpusieron 104 denuncias de carácter leve, por ejemplo, el olvido de algún documento por parte del conductor. Este año se prevé la revisión de dos a tres transportes escolares diarios. En la campaña 2012-2013 se realizaron 96 denuncias, ocho menos que las realizadas el año pasado. 

María Guerrero, portavoz de la Policía Local, puso especial hincapié en que "la flota se ha renovado y los cinturones de seguridad que antes no eran obligatorios, ahora están instalados en todos los autocares. Aunque los autobuses sean antiguos, los conductores se encargan de hacer esta adaptación". 

Las inspecciones son realizadas de manera aleatoria y sin previo aviso cuando los estudiantes llegan a los centros. Uno de los agentes del SETI apuntó que "las multas son de un elevado importe económico", al tratarse de infracciones relacionadas con las normas de seguridad vial. Guerrero añadió que los efectivos "no suelen hacer controles de alcoholemia", pero que llevan sus alcoholímetros por si aprecian que "los conductores están bajo los síntomas del alcohol".